Cuando retiramos dinero del banco, lo mínimo que necesitamos es cierto espacio e intimidad para teclear las claves de forma segura. Por eso, como sociedad civilizada, las personas que están en la cola mientras otra saca dinero, dejan unos metros de separación, para permitir a la persona poder realizar las operaciones bancarias con tranquilidad. Además de espacio personal, también requerimos seguridad porque, al fin y al cabo, estamos extrayendo dinero en metálico. Los bancos implementan, cada vez, más medidas de seguridad, enfocadas al ciberentorno, donde las estafas son cada vez más sofisticadas. Sin embargo, la mayoría de los cajeros automáticos, al estar en el exterior de las oficinas, están expuestos a la manipulación de los delincuentes.
Una de las estafas que han proliferado en los cajeros de nuestro país se ha llevado a cabo mediante el conocido como skimming -en español significa leer rápidamente u hojear-. Este método es sorprendente en tanto en cuanto al dispositivo que los estafadores instalan: se trata de un aparato superpuesto y camuflado sobre la ranura donde se introducen las tarjetas y es capaz de clonar y conseguir los datos de la banda magnética de la tarjeta.
La estafa de la regla, no tan elegante como la anterior, conlleva las mismas consecuencias. En este caso, los ladrones colocan una regla imantada que tapona el dispensador de billetes en la ranura de salida del cajero. De este modo, hacen creer a las víctimas que se ha producido un error y su dinero no ha salido; las personas estafadas se van del cajero desconcertadas y ellos aprovechan la oportunidad para retirar el dinero escondido.
Los consejos de la Benemérita
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son conscientes de este problema en auge, al que se enfrentan todos los ciudadanos, desde los jóvenes hasta personas de avanzada edad; y aprovechan cada oportunidad para hacer hincapié en una serie de consejos. En este caso, la Guardia Civil, a través de su perfil de X (antes Twitter), ha propuesto tres consejos para evitar este tipo de estafas económicas.
En primer lugar, si no obtienes el dinero después de haber tecleado correctamente el PIN, bajo ningún concepto debes abandonar el cajero, porque podría haber sido manipulado. También, se debe comprobar si hay algún aparato escondido para extraer nuestros datos bancarios -como el utilizado en la técnica del skimming- o si la ranura está tapada para hacernos creer falsamente que el dinero no ha salido. Es importante avisar a la oficina, presencialmente o por teléfono, sobre este incidente, para que puedan iniciar el protocolo estipulado. La OCU, Organización de Consumidores y Usuarios, también se ha sumado a la lista de organizaciones que han aconsejado a la población sobre qué hacer. Recomiendan hacer fotos y anotar los datos del cajero, así como la hora en la que se realizó la operación; guardar el recibo de la operación si el cajero lo ha emitido; y, por último, comprobar los movimientos en la cuenta corriente, de modo que si aparece un cargo por el importe no recibido y no se regulariza en unos días, puedes reclamarlo a la entidad.