El juez ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para Karim El Baqqali, el piloto de la narcolancha que asesinó a los guardias civiles Miguel Ángel Gómez y David Pérez en el puerto de Barbate (Cádiz) el pasado 9 de febrero, según informan fuentes jurídicas. El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate ha atendido así la petición de la Fiscalía y las acusaciones particulares y populares.
Inicialmente, la instructora atribuye a El Baqqali dos presuntos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa, seis delitos de atentado contra agente de la autoridad, un delito de contrabando y un delito pertenencia a organización criminal, según detalla el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). La causa sigue secreta.
Durante el interrogatorio, el detenido ha respondido a preguntas del juez, fiscal y su abogado. Ha reconocido que pilotaba la narcolancha en el momento de los hechos, pero ha asegurado que con sus embestidas no pretendía acabar con la vida de los agentes. Tras pasar por encima de la embarcación de la Guardia Civil, creyó, según su testimonio, que los funcionarios habían resultado heridos, pero no que los había asesinado.
Los investigadores consideran a El Baqqali como autor material de dos delitos de asesinato, cuatro delitos más de asesinato en grado de tentativa y seis delitos de atentado contra agente de la autoridad, además de un delito de contrabando, todos ellos por los hechos perpetrados la noche del pasado 9 de febrero en el puerto de Barbate. También le imputan un delito de pertenencia a organización criminal.
El Baqqali, que fue detenido durante la madrugada del jueves en la misma localidad donde ocurrieron los hechos, ha llegado sobre las 8.40 horas a la sede de los juzgados de Barbate en un furgón procedente de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, donde ha permanecido retenido desde su arresto.
Reconoce que pilotaba la narcolancha
Ante los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, El Baqqali, de 32 años y nacionalidad marroquí, confesó que pilotaba la narcolancha en el momento de los hechos, pero ha asegurado que no tuvo intención de matar a los agentes y que con sus maniobras pretendía evitar la colisión con la embarcación de la Guardia Civil, según ha revelado uno de los abogados de las víctimas a las puertas de los juzgados. La narcolancha embistió al menos en seis ocasiones a la pequeña zódiac que tripulaban los guardias civiles.
Tras su detención, la Guardia Civil ha solicitado al juez instructor que emita una orden internacional de detención para arrestar a los otros tres tripulantes de la narcolancha identificados por los investigadores. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) sospechan que huyeron al extranjero tras el mortal suceso.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), personada como acusación popular en la causa, se felicitan por “la detención, puesta a disposición judicial y entrada en prisión de Karim”. No obstante, muestran su deseo de que “se llegue hasta el fondo en esta investigación para que sean enjuiciados todos y cada uno de los que han tenido algún grado de participación en los lamentables hechos sucedidos el 9 de febrero”.