La familia Goyanes Lapique atraviesa su peor momento tras las repentinas muertes de Carlos Goyanes y su hija Caritina con apenas tres semanas de diferencia. Cuando está a punto de cumplirse un mes del fallecimiento de la empresaria, Carla Goyanes ha compartido con sus seguidores la reflexión que su hermana compartió con ella unas semanas antes de su triste final, justo tras perder a su padre.
En medio del profundo dolor que siente, la modelo confiesa que sus hijos son la “mejor medicina” en este momento y ha anunciado a sus seguidores su vuelta al trabajo, siguiendo con el consejo que Caritina le dio. “Mi hermana decía que la vuelta al trabajo me iba a hacer llevar mejor lo de nuestro padre. Y es cierto”, ha escrito en sus stories de Instagram.
También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook
Según relata, trabajar “mantiene la mente ocupada en otra cosa”. Y agrega: “La vida sigue y hay que seguir cumpliendo con los compromisos profesionales por responsabilidad, pero también como terapia para avanzar”, una reflexión que acompaña al anuncio de su reaparición profesional en un webinar de un Máster en Industria del Lujo y Relaciones Institucionales, donde participará como ponente.
Este regreso al trabajo se produce a apenas unos días de la misa funeral en recuerdo a Carlos y Caritina Goyanes, que se celebrará en la iglesia de San Agustín de Madrid el próximo lunes 23 de septiembre. Allí se espera volver a ver a Carla Goyanes, Cari Lapique y Antonio Matos, viudo de Caritina, unidos y arropados por los suyos en un multitudinario homenaje a padre e hija.
Desgarradora carta
Las redes sociales y la interacción con sus seguidores han sido una vía de escape para Carla Goyanes en el duro episodio que está atravesando. Tras la muerte de su hermana, la modelo publicó una desgarradora carta de despedida en su perfil de Instagram, algo que también había hecho previamente con su padre.
“‘No tengo palabras’ es la frase que más me han repetido estos días. Yo tampoco, pero este es mi pequeño homenaje para ti que eras única”, comenzaba escribiendo. “Te has ido demasiado pronto y llena de planes e ilusiones. Nos faltaba mucho por hacer. Todavía no me creo que no vayamos a hablar más, ni abrazarnos, ni consolarnos, ni disfrutar más de la vida juntas con nuestros hijos. No más risas, no más discusiones, no más bailes, no más viajes, no más cumpleaños”.
“Eras única e irrepetible, la más generosa, divertida, curranta, disfrutona, con una fe que siempre he envidiado y te ha hecho ser muy feliz los últimos años de tu vida. No conozco a nadie con más amigas que tú, algunas como hermanas. Has sido una madre entregada, una hija superpendiente de tus padres y, aunque seamos totalmente distintas, eres la mejor hermana que he podido tener”, agregaba Carla, dirigiéndose a Caritina.
“Hace unos días me decías que no te creías que todo eso era por papá y ahora yo no puedo creerme yo que sea por ti. Ten por seguro que voy a ser muy fuerte y voy a cuidar a tus hijos todo lo que me dejen como si fueran míos. Voy a cuidar a mamá por las dos y voy a cuidar a Matos porque sé cuanto le querías. Verás crecer desde el cielo a tus hijos y vas a estar muy orgullosa de ellos. DEP. Te quiero, Cari”, concluía la carta.