Una joven alquila un Airbnb en Málaga y cuando llega se da cuenta de que es un almacén de un restaurante con humedad y moho: “Es un zulo”

Las llaves del ‘apartamento’ estaban atadas en un banco de la calle

Captura de pantalla del vídeo de @Paooooola (TikTok)

En junio, Málaga decidió que era el momento de ponerle freno a las viviendas turísticas de la capital. Por ello, en julio el Ayuntamiento aprobó una instrucción en la que se limitaban las nuevas licencias a inmuebles con una entrada independiente. La ciudad se unía de esta manera a otras villas y territorios del Estado que han impulsado medidas similares, incluso más restrictivas, como Baleares, San Sebastián, Barcelona, Gijón, Madrid, Sevilla o Valencia.

Según los datos publicados el pasado febrero por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Málaga es, entre las urbes españolas con más de medio millón de habitantes, la que más pisos turísticos tiene: un 2,7% de todas sus viviendas se destinan a los visitantes, frente a la media nacional de 1,33%. A esta normativa impulsada por el Consistorio, también se sumaron varios municipios vecinos, entre ellos, Fuengirola. Aunque, acorde a la Gerencia de Urbanismo, el 80% de estos alojamientos vacaciones incumplen la normativa municipal.

Auténticos zulos

Tras la aprobación de este nuevo reglamento, las redes sociales siguen mostrando auténticos zulos que se ofertan como grandes oportunidades. Este ha sido el caso de la usuaria de TikTok @Paooooola, quien ha mostrado a través de un vídeo el apartamento en el que se hospedó durante su estancia en Benalmádena por 90 euros la noche.

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“Os voy a enseñar lo que tuvimos que hacer para entrar al Airbnb, tardamos media hora en encontrar el piso”, arranca narrando la joven. Y no es para menos, ya que, las llaves estaban guardadas en un candado atado a un banco en medio de una calle de la localidad. Ya la con llave en mano muestra la travesía para llegar hasta el “piso”, al que se entra a través de un restaurante. La afectada recorre todas las mesas del establecimiento, hasta dar con un cartel en el que se puede leer “Apartamentos”. Una vez ahí, tiene que descender unas escaleras que no inspiran nada de confianza y que dejan claro que antes era el sótano del local. “Gracias por la gymkana, pero podríais haber avisado”, apunta.

“Te has olvidado de mencionar el moho”

El vídeo, que ya tiene más de 310.000 visualizaciones y casi 5.000 ‘me gusta’, no ha tardado en recibir comentarios, entre ellos el de otra usuaria que también tuvo el lujo de hospedarse en este apartamento turístico: “Ahí me quedé yo con mi novio, te has olvidado de mencionar el moho que había debajo del colchón, las tablas y la peste a humedad que había, ya que, sólo tenía una ventana en todo el apartamento”.

Otras tantas personas han dudado de la legalidad de este piso turístico y denuncian a Airbnb: “Flipo, yo vivo en esa urbanización y ni idea de que ese piso existía, creo que siempre ha sido el almacén del restaurante”, “Deberían prohibir Airbnb y todos los alquileres vacacionales en toda Europa ya”, “Esto tendría que ser denunciable, sacan dinero de cualquier boquete”, “Ojalá multen a todos los que alquilan estas habitaciones o pisos” o “Gracias a esa escoria de alojamiento estamos como estamos”.

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