Pisos pequeños, viejos y lejos del centro, la alternativa de los que no tienen los 200.000 euros de media que cuesta una vivienda

La vivienda está más cara que nunca y comprar una se ha convertido en una misión prácticamente imposible para gran parte de los ciudadanos, sobre todo para los que tienen rentas bajas, debido a que el precio medio de una casa en España es ya de 208.213 euros. Su coste subió en el segundo semestre del año una media del 3,83% respecto al mismo periodo de 2023, según un informe de iAhorro con datos de sus usuarios, y durante el verano ha seguido remontando hasta cerrar agosto con un coste de 2.176 euros el metro cuadrado.

Esta remontada continuará a corto y medio plazo, augura Carlos Balado, director de Eurocofin y del informe Mercado Inmobiliario en España. A su juicio, “la vivienda subirá más, sobre todo en las grandes ciudades y en las localidades costeras. Sólo podrían bajar en ciudades pequeñas del interior del país con poca población”.

Por su parte, Francisco Iñareta, portavoz de idealista, argumenta que los mercados siguen tensionándose “cada vez más”, presionados “por una demanda creciente que encuentra cada vez menos viviendas, lo que incrementa los precios y provoca el aumento del esfuerzo familiar necesario” para comprar una vivienda.

Incide en que la falta de oferta “se muestra con toda su crudeza por la parálisis durante lustros en la construcción de nuevas viviendas en las zonas más demandadas, cuyo impacto se está notando en estos momentos”. Una falta de oferta que continuará, ya que “la construcción de nuevas viviendas se demora años, por lo que no es probable que a corto o medio plazo aparezcan grandes bolsas de viviendas nuevas que puedan relajar la tensión de los mercados y hacer disminuir los precios”.

Ante estas perspectivas, a los ciudadanos se les reducen las posibilidades de comprar la ‘casa de sus sueños’ y se ven obligados a bajar las exigencias y hacer concesiones para que la vivienda elegida se adecue a la capacidad de sus bolsillos.

“Si los precios de las viviendas no dejan de subir, los ciudadanos tienen cada vez menos opciones para poder comprarlas”, apunta Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro, por lo que “los que quieran comprar una vivienda a corto o medio plazo tendrán que hacer una búsqueda muy exhaustiva o conformarse con casas más pequeñas, más alejadas del centro de las ciudades o más antiguas para poder hacer frente a su precio de compraventa”.

Sobre todo tendrán que buscar lejos de grandes capitales como Madrid, Barcelona y Baleares donde se vendieron las casas adquiridas con hipoteca más caras durante el primer semestre del año, según datos de iAhorro. La provincia que registró el precio medio más alto entre enero y junio fue Madrid, con una media de 333.386 euros; seguida de Baleares, con un precio medio de 326.420 euros. En tercer lugar, se situó Barcelona, con 311.366 euros de media. También por encima de los 300.000 euros se pagaron en Vizcaya, en concreto, 305.150 euros, y en Guipúzcoa, 302.229 euros de media.

“Siempre que hacemos algún análisis de precios vemos que Madrid, Baleares y Barcelona lideran los rankings con los importes más elevados”, afirma Simone Colombelli. Lo atribuye a que en Baleares los precios suben cada vez más por la limitación de terreno construible y, por tanto, “existe poquísima oferta de vivienda en comparación con elevada demanda que hay, en muchas ocasiones de ciudadanos extranjeros que buscan comprar allí una segunda o una primera residencia”.

En el caso de Madrid y Barcelona los precios suben porque son centros a los que acuden ciudadanos de otras regiones a estudiar o a trabajar, lo que dispara el coste de las viviendas y del alquiler. En cuanto a Vizcaya y Guipúzcoa el motivo se debe a “una falta de oferta de vivienda para cubrir la demanda existente, sobre todo en Bilbao y San Sebastián”, indica Colombelli.

Por el contrario, las provincias donde pueden encontrarse las viviendas más baratas adquiridas con hipoteca son Lugo y Cuenca, donde el precio medio de compraventa entre enero y junio fue de 98.300 euros y 106.500 euros, respectivamente. En tercer lugar se sitúa Zamora con precios de 144.000 euros de media.

Las viviendas que más subieron en el primer semestre del año fueron las de Castellón, cuyo precio de compraventa se disparó un 25,43%, desde los 143.513 euros de media de hace un año hasta los 180.012 euros actuales. Más del 20% subieron en Murcia, donde pasaron de tener un precio medio de 164.116 euros en el primer semestre del año pasado, a registrar una media de 198.353 euros en el mismo periodo de 2024.

El tercer lugar del ranking lo ocupa Alicante con una escalada del 19,03%. El año pasado el precio medio de la vivienda era de 178.265 euros y este año se ha disparado hasta los 212.191 euros.

La razón de que las tres provincias sean donde más se ha encarecido la vivienda en el primer semestre del año se debe, según Colombelli, a que “justo antes del verano es cuando la demanda en estas regiones aumenta, sobre todo para comprar segundas residencias, vivienda vacacional o vivienda para inversión”.

La tercera y cuarta posición de las mayores subidas la ocupan A Coruña, con una escalada del 7,65%, y Cádiz, con un 16,97%. En estos casos las subidas también estarían motivadas por tratarse de zonas con playa donde aumenta la demanda de vivienda vacacional.

Aunque escasas, hay provincias donde el precio medio de compraventa de vivienda bajó en el primer semestre. Entre ellas destaca Guadalajara, con caídas del 10,15%, o Ciudad Real, con un descenso del 10,07%.

En el primer caso, los compradores pagaron de media 189.230 euros y, en el segundo, 161.110 euros, según datos de iAhorro. Simone Colombelli atribuye estas bajadas a “la despoblación de la conocida como ‘España vaciada’ en la que ni siquiera la cercanía a la capital está permitiendo aumentar la demanda, y eso, al final, se nota mucho en la evolución de los precios”.