El intercambio monetario entre el dólar y el euro desempeña un papel crucial al servir como medida entre la economía y la estabilidad entre Europa y Estados Unidos. Este tipo de cambio podría afectar las transacciones comerciales internacionales, determinando el poder adquisitivo y la competitividad.
Su seguimiento es vital para inversores, empresas multinacionales y autoridades económicas, no obstante, también es importante para aquellas personas que desean realizar transacciones en Casas de Cambio por situaciones cotidianas como un viaje al extranjero.
Cuál fue el tipo de cambio
En la última jornada, el mercado de divisas presentó movimientos en ambas monedas: el dólar estadounidense y el euro. Según los datos más recientes, 1 dólar estadounidense equivale a 0,89925 euros, mientras que para adquirir 1 euro se necesitan 1,11200 dólares estadounidenses.
Este tipo de cambio refleja cómo las fluctuaciones económicas, las políticas monetarias adoptadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos y el Banco Central Europeo, así como los eventos geopolíticos y socioeconómicos, pueden influir en la valoración de las monedas.
Un conocimiento profundo y actualizado del tipo de cambio es esencial para quienes participan en la economía global, permitiendo tomar decisiones más informadas y oportunas en un entorno económico que se mantiene en constante evolución.
Pronóstico de crecimiento para este 2024
La economía de la UE y la zona del euro experimentó un comienzo más débil de lo esperado en 2024, ajustando las expectativas de crecimiento a la baja a 0,5% para 2023 y proyectando un incremento moderado para los años siguientes, con 0,9% en la UE y 0,8% en la zona del euro en 2024, antes de alcanzar un crecimiento más robusto en 2025.
Este ajuste refleja los impactos de diversos desafíos, como el debilitamiento del poder adquisitivo y una demanda externa decreciente. A pesar de estos desafíos, se anticipa una recuperación gradual impulsada por la mejora en las condiciones de inflación y un mercado laboral estable.
Por otro lado, se observa una desaceleración previsible de la inflación, contrastando con las previsiones más altas del pasado otoño. La inflación anual en la UE se estima que caerá al 3,0% en 2024 y al 2,5% en 2025, con una tendencia similar en la zona del euro. Este cambio se debe en gran parte a la caída en los precios de la energía y una relajación en las presiones sobre los precios de bienes y servicios. Dicha tendencia representa un alivio para la economía, abriendo camino a una estabilización gradual de los precios.
Finalmente, el panorama económico está marcado por una notable incertidumbre, exacerbada por tensiones geopolíticas y posibles impactos de trastornos comerciales. Factores como los riesgos climáticos y una mayor incidencia de eventos meteorológicos extremos también contribuyen a esta incertidumbre. Estos elementos presentan desafíos adicionales para la economía de la UE y la zona del euro, afectando potencialmente las proyecciones de crecimiento e inflación y complicando las perspectivas de recuperación económica a medio plazo.
El euro cumple 25 años
En medio de un aumento en los riesgos geopolíticos y una inflación elevada, el euro ha probado ser una moneda robusta. A 25 años de su lanzamiento, se mantiene como la segunda divisa más importante del sistema monetario internacional, solo superada por el dólar estadounidense.
De acuerdo a Consilium Europa, la preferencia global para financiamientos, préstamos y como reserva de los bancos centrales, el euro constituyó el 20.5% de las reservas de divisas oficiales mundialmente en 2022 (ajustado por tipos de cambio constantes), en contraste con el 58,4% del dólar estadounidense.