Gisèle Pelicot ha vuelto a subir al estrado este miércoles en el marco del proceso judicial contra Dominique Pelicot y los 50 hombres acusados de violarla cuando estaba inconsciente. Los asistentes han escuchado durante el día los testimonios de Jean-Pierre Maréchal, alias “Rasmus”, que ha reconocido violar a su propia mujer junto con Pelicot. El exmarido ha declarado también este miércoles y ha aprovechado para dirigirse a ella, por primera vez en casi cuatro años. “La quise mal, no la respeté y la traicioné”, ha expresado el principal acusado del caso.
Gisèle debía responder hoy a las preguntas de los abogados de la defensa, el presidente del tribunal y su propio abogado. Ha permitido, además, que se reproduzcan las imágenes de las múltiples violaciones que sufrió durante casi una década. Entre 2011 y 2020, su entonces marido, Dominique Pelicot, le suministró ansiolíticos para dejarla inconsciente y que decenas de hombres abusaran de ella. Los vídeos que grabó el señor Pelicot durante años son para ella “una prueba irrefutable de las violaciones” que sufrió. Este miércoles, la mujer ha insistido: “No son escenas de sexo, es una violación”.
“Me siento humillada”
Gisèle se ha reafirmado en su falta de consentimiento en todos los encuentros con los más de 80 hombres que aparecen en los vídeos, de los que solo 50 han sido identificados. “Desde que estoy en esta sala, me siento humillada”, ha confesado la mujer. “Hay que tener cierta paciencia para soportar todo lo que he escuchado”, ha añadido.
En tres primeras semanas del juicio, los investigadores y expertos han descrito la personalidad de varios de los acusados, entre ellos el señor Pelicot, y los modos en los que actuaron. Asimismo, algunos de los abogados de la defensa han insistido en que sus clientes desconocían que ella no consentía las interacciones y que fueron manipulados por el marido. Intentan, así, reducir las acusaciones de violación a agresión sexual, que comporta penas menores. “Para mí son degenerados. Han cometido violación, no agresión. No suelo enfadarme tanto, pero ya está bien”, ha contestado Gisèle. “No hay perdón”, ha sentenciado.
“Con todos estos debates, tengo la impresión de ser la culpable”
Interrogada por el presidente del tribunal, Roger Arata, ha afirmado un tanto molesta que no tuvo capacidad para oponerse a los deseos de Pelicot. “En el estado en el que estaba no pude responderle a nadie”, ha respondido. “Me tratan de alcohólica”, ha acusado ella, como si estuviese “en un estado de ebriedad tal que no me diese cuenta de que me violan”, cuando en realidad su marido le había drogado, como él mismo ha admitido. “Estaba en coma y los vídeos que se van a difundir podrán corroborarlo”, ha insistido Gisèle.
La mujer ha criticado los debates mantenidos en un intento de defender a los acusados. “Hemos debatido sobre el tiempo, que un cliente solo vino tres minutos, una hora, dos horas. ¿Es que la violación es una cuestión de tiempo? Estoy completamente en shock. Si estas personas viesen a su hija, su hermana, ¿tendríamos el mismo debate?”, ha reflexionado. “Con todos estos debates, tengo la impresión de ser yo la culpable y que las 50 víctimas están detrás de mí”, ha añadido.