Este es el motivo por el que los hijos de Cristiano Ronaldo no van a estudiar en Portugal

La visita de la pareja en 2022 al colegio Saint Julians, ubicado en Carcavelos, generó gran expectación. Ambos expresaron su interés en que sus hijos asistieran a una escuela de renombre en el país de origen del futbolista

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Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez.
Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez. (Europa Press)

Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez han enfrentado una situación inesperada respecto a la educación de sus hijos en Portugal. A pesar de mostrar interés por matricularlos en el prestigioso colegio Saint Julians, ubicado en Carcavelos, no han podido matricularles, según se informó el pasado viernes en el programa V+Fama. Esta noticia ha sorprendido a muchos, dado el reconocimiento público y las facilidades que, en teoría, podría tener una figura tan influyente como Ronaldo para acceder a este tipo de instituciones.

La visita de la pareja al colegio en 2022 generó gran expectación, ya que ambos expresaron su interés en que sus hijos asistieran a una escuela de renombre en el país de origen del futbolista. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, no pudieron finalizar el proceso de inscripción, lo que ha dado lugar a diferentes especulaciones sobre las posibles causas.

Miedo de los demás padres a la presencia de paparazzis en el colegio

De acuerdo con el presentador Adriano Silva Martins, uno de los principales obstáculos ha sido la inquietud expresada por algunos padres de otros alumnos del colegio. Estos padres manifestaron su temor de que la presencia de los hijos de Cristiano Ronaldo, uno de los futbolistas más famosos del mundo, alterara la rutina diaria del centro educativo. La preocupación principal radica en que la atención mediática que rodea a la familia Ronaldo podría trasladarse al colegio, generando un foco constante de interés periodístico que afectaría la vida cotidiana de los estudiantes.

El miedo de que la presencia de los hijos de Ronaldo convierta el Saint Julians en un lugar frecuentemente visitado por periodistas y paparazzis es generalizado. Muchos de los padres temen que esta situación genere distracciones para sus hijos y altere el ambiente educativo, que generalmente busca ser tranquilo y alejado del ojo público. Este tipo de preocupaciones no son nuevas cuando se trata de personalidades públicas, y es común que las instituciones educativas analicen estos factores al aceptar la inscripción de los hijos de famosos.

Por otro lado, algunos expertos han intentado calmar los ánimos y relativizar el impacto que podría tener la presencia de la familia Ronaldo en el colegio. António Leal e Silva, uno de los comentaristas del programa, señaló que la vida en Portugal sigue siendo pacífica y subrayó que históricamente no ha habido problemas con la privacidad de los niños en las escuelas, incluso cuando se trata de hijos de celebridades. Según él, es poco probable que los medios de comunicación interfieran significativamente en el entorno escolar, y agregó que, hasta el momento, no existen precedentes de incidentes de este tipo en el país.

Para reforzar esta idea, Adriano Silva Martins mencionó el caso de David Banda, hijo de la famosa cantante Madonna, quien también estudió en Portugal sin que se produjeran grandes alteraciones en su vida diaria o en la del centro educativo donde estuvo matriculado. Este ejemplo sirve para demostrar que, en muchas ocasiones, la presencia de hijos de famosos en las escuelas no necesariamente deriva en situaciones problemáticas.

Además, otro de los comentaristas del programa, Guilherme Castelo-Branco, opinó que la privacidad de los demás estudiantes del Saint Julians no estaría en peligro, incluso si los hijos de Ronaldo fueran aceptados en el colegio. Argumentó que lo más probable es que ni Cristiano ni Georgina se encarguen personalmente de llevar a sus hijos a la escuela, lo que reduciría notablemente la posibilidad de que los medios se congreguen en las inmediaciones del colegio. También manifestó su confianza en que, si llegaran a presentarse algunos periodistas, el interés mediático desaparecería rápidamente, dejando que la rutina escolar volviera a la normalidad.

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