La baja médica, también conocida como incapacidad temporal, es una situación legal que se produce cuando un trabajador no puede desempeñar su actividad laboral debido a una enfermedad o lesión. Durante este período, el empleado se encuentra protegido por el sistema de Seguridad Social y recibe una prestación económica que compensa la pérdida de ingresos mientras esté incapacitado para trabajar.
La baja médica puede originarse por dos causas principales:
- Enfermedad común o accidente no laboral: En este caso, la incapacidad se debe a una dolencia o lesión que no está relacionada directamente con el trabajo. Esto incluye enfermedades cotidianas o accidentes que ocurren fuera del entorno laboral, como una gripe o una fractura causada por un accidente doméstico.
- Accidente de trabajo o enfermedad profesional: Se refiere a las situaciones en las que la incapacidad surge como consecuencia directa de la actividad laboral o del entorno de trabajo. Por ejemplo, una lesión sufrida en el lugar de trabajo o una enfermedad causada por la exposición a sustancias peligrosas en el empleo.
Pasos para la solicitud de la baja laboral
La solicitud de baja debe ser gestionada siempre por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). El primer paso es acudir a un médico, ya sea del sistema público de salud (Seguridad Social) o de una mutua en caso de accidente laboral o enfermedad profesional, que, tras evaluar el estado del trabajador, determinará si existe una incapacidad para trabajar y, en su caso, emitirá el parte de baja. Este documento es esencial, ya que certifica la incapacidad temporal y contiene información sobre la enfermedad o lesión, así como la duración estimada de la baja.
A partir de ese momento, se abre un seguimiento regular de la evolución del trabajador. Si la incapacidad persiste, el médico emitirá partes de confirmación periódicos, normalmente cada siete días, para certificar que el trabajador sigue incapacitado para trabajar. Estos partes de confirmación también deben ser entregados a la empresa dentro de un plazo determinado para que el trabajador continúe recibiendo las prestaciones por incapacidad.
Actividades prohibidas durante la baja laboral
Sin embargo, la baja laboral tiene sus limitaciones y puede no ser concedida o incluso revocarse si no se cumple con las obligaciones que tiene el trabajador. Una de las principales razones que llevan a esta decisión viene recogida en el artículo 75 de la Seguridad Social que explica que “el derecho al subsidio por incapacidad temporal podrá ser denegado, anulado o suspendido cuando el beneficiario haya actuado fraudulentamente para obtener o conservar dicha prestación”.
Sobre los llamados ‘actos fraudulentos’ no existe una lista fija, por lo que se debe hacer es un realizar un análisis de compatibilidad entre la dolencia y la actividad que se realiza, bajo dos condiciones principales.
La primera de ellas es que el trabajador no entorpezca o dificulte su recuperación, dado que mientras está en esta situación está cobrando una prestación económica, y la empresa está pagando sus cotizaciones a la Tesorería, con lo cual el deber del trabajador es guardar su salud y reincorporarse cuanto antes a su puesto de trabajo.
Por otra parte estaría que el trabajador no esté cometiendo un posible fraude de simulación de enfermedad, lo cual sería una grave transgresión de la buena fe contractual y probablemente se saldaría con un despido. Por esa razón depende de cada caso las actividades que el afectado tendrá prohibidas durante su incapacidad temporal.