El peaje más moderno de España está en una autovía y cobra a los conductores directamente grabando a los coches

Existen múltiples opciones a la hora de emprender un viaje: en avión, en tren o autobús y por supuesto el coche. Viajar por carretera es la opción preferida de la mayoría de los españoles. Tanto es así, que se ha batido otro récord este año en desplazamientos de largo recorrido por carretera, llegando a los 97,7 millones solo entre julio y agosto, 4,1 millones más que el año pasado en 2023, según los datos de la DGT.

Afortunadamente, España cuenta con 16.000 kilómetros de carreteras rápidas, la gran mayoría gratuitas. Aunque en los últimos años muchas autopistas han pasado a ser gratis, hay algunas que todavía requieren el pago de un peaje.

Cuando hablamos de peajes, lo primero que se nos viene a la mente es una cabina con una barrera para no permitir el paso. Un sistema que lleva vigente desde 1969 y que recauda hasta 1.100 millones de euros al año. Lo que sabíamos hasta ahora es que se podía pagar en efectivo, con tarjeta o con un dispositivo de telepeaje (se requiere una instalación en el vehículo). No obstante, el sistema ha evolucionado hasta el punto de que te pueden cobrar con solo grabarte.

Estamos hablando de la tecnología free flow (flujo libre). Este sistema se trata de un pago telemático que elimina las cabinas para dar más fluidez al tráfico. Los peajes free flow son en realidad pórticos que están equipados con lectores de matrículas. Estas cámaras registran los vehículos que pasan por debajo y cargan la correspondiente cantidad. Para ello, los conductores deben tener en el vehículo un dispositivo parecido al del telepeaje, que estará asociado a una cuenta bancaria.

La principal ventaja de los peajes de flujo libre es la reducción de los niveles de tráfico. Los pórticos permitirán efectuar el pago sin tener que reducir la velocidad o parar el vehículo. Además, otras ventajas son: el ahorro de tiempo, la rebaja del nivel de emisiones y la bajada de consumo de los coches.

En España ya existe un peaje de flujo libre. Se trata de la autovía 636 (A-636), en el País Vasco. Funciona desde el 18 de enero de 2022 y únicamente se ha instalado en un tramo de 15,5 kilómetros. Une las localidades de Beasain y Bergara en tres partes: Beasain-Ormaiztegi, Ormaiztegi-Zumarraga y Legazpi/Urretxu-Bergara.

Los conductores que circulan por esta carretera pagan la tarifa correspondiente a través de un dispositivo llamado Abiatu, un sistema compatible con las autopistas de pago del resto de España, Francia y Portugal. Los usuarios que solo estén de paso tienen que registrarse en la web de Abiatu y vincular la matrícula del vehículo a una tarjeta de débito o crédito.

Aquellos conductores que intenten pasar sin pagar serán capturados por las cámaras y sancionados. La Diputación Foral de Gipuzkoa enviará una carta al domicilio del propietario de la matrícula donde figure la cantidad pendiente de abonar y el modelo de pago.

La ciudad francesa de Sanef, en Abertis, llevó a cabo un estudio en sus dos autopistas equipadas con peajes free flow. Los resultados de la prueba se tradujeron en un ahorro de 9,5 millones de litros de combustible y 30.0000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) en un año, según informa El Motor.