Qué medicamentos pueden afectar a tu capacidad de conducción, la DGT avisa

El año 2023, el último del que se tienen registros, se cerró con 1.145 personas fallecidas en las carreteras españolas, según los datos del Ministerio del Interior. Ante esta cifra, aspectos como la mortalidad de los motoristas, las salidas de la vía, las distracciones y somnolencia pasaron a ser un asunto prioritario en materia de seguridad vial.

Conducir un vehículo requiere estar en plenas facultades físicas y mentales, lo que explica la obligatoriedad de someterse a un examen médico y psicotécnico de manera periódica. En este sentido, hay que tener en cuenta que la medicación empleada para tratar ciertas patologías disminuye la capacidad de reacción y aumenta el cansancio. Por tanto, es importante tomar ciertas precauciones para reducir el riesgo de accidentes.

Algunos medicamentos, incluidos aquellos de venta libre, pueden afectar la capacidad para conducir de manera segura. Ante esto, es necesario estar atento a los posibles efectos adversos, como somnolencia, dificultad para concentrarse o mantenerse alerta, visión borrosa o doble, sensación de vértigo, reflejos disminuidos, lentitud en la reacción, falta de coordinación, inestabilidad, desvanecimientos y mareos.

Entre los fármacos que pueden alterar la capacidad de conducción se encuentran los indicados para tratar trastornos del sueño, ansiedad, psicosis, depresión, epilepsia, párkinson, dolor, migrañas, demencia, alergias, afecciones oculares, gripe y catarro. Se recomienda consultar siempre a un médico, farmacéutico o profesional sanitario antes de utilizar estos medicamentos.

Algunos medicamentos incluyen un pictograma de advertencia sobre la conducción en sus envases. Este símbolo no prohíbe conducir, pero advierte que es importante leer el prospecto para conocer los posibles efectos adversos. En la sección 2 del prospecto, bajo el apartado “Conducción y uso de máquinas”, se detallan las precauciones que deben tomarse. Es fundamental revisar esta información con atención para evitar riesgos.

Además, habrá que prestar una atención especial en algunos momentos puntuales. Entre los que destacan el inicio de un tratamiento. Hay que ser conscientes de que ante un cambio de dosis o cuando se toman varios medicamentos a la vez, aumenta la probabilidad de sufrir efectos adversos o interacciones, especialmente en personas mayores o si se siente cansancio. Además, es recomendable evitar el consumo de alcohol mientras se estén tomando medicamentos, ya que esto puede incrementar los riesgos asociados.

En los casos en los que se tenga alguna patología que precise el uso de medicación, los pacientes deben seguir siempre las instrucciones de administración del medicamento indicadas por su profesional sanitario. En ningún caso se deberá interrumpir el tratamiento por cuenta propia. De esta forma, se deberá prestar especial atención a cómo el medicamento puede afectar su capacidad para conducir. Si se experimenta somnolencia, debilidad o visión borrosa, se evitará conducir el tiempo que dure el tratamiento.

Es fundamental respetar la dosis y el horario indicados por el profesional sanitario y no automedicarse. Por último, si se necesita conducir con frecuencia, es recomendable consultar a un médico para que pueda considerar la opción de cambiar el tipo de medicamento.