La reina Letizia se ha convertido en los últimos años en un icono de la elegancia y profesionalidad en Europa. Apodada como “La chica de oro” por la revista británica Tatler, este verano ha deslumbrado más que ninguna gracias a eventos como los Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, siempre ha pretendido mantener un perfil bajo a pesar de sus grandes pretensiones cuando era periodista; no obstante, su especial nombre hace difícil que pase desapercibido y muchos se preguntan por qué este se escribe con z y no con c.
La respuesta a esta cuestión la desveló en televisión cuando ejercía de presentadora en el Telediario. La periodista acudió al programa Lo más plus y allí recordó la curiosa anécdota que se esconde tras su nombre: “Hubo que pedir en el año 72 un certificado a Roma para que llegara al obispado de Oviedo, porque soy asturiana. Llegó el certificado y el funcionario del registro civil lo copió tal y como vino de Roma, que vino con la ‘z’’. Y desde entonces, en todos los papeles oficiales estoy con la ‘z”.
Pero parece ser que esto no es algo que convence a la Reina, ya que en 2023 pudimos descubrir que en su círculo cercano le gusta que la llamen por “Let”. Todo ocurrió cuando fue a apoyar a su amiga Sonsoles Ónega a la firma de su último libro Las hijas de la criada. Ambas se conocieron en 1999 cuando trabajaban en CNN+ y desde entonces su amistad ha permanecido intacta a pesar de las circunstancias; por ello, Ónega no dudó en dedicarle su obra con un cariñoso “Let” de su puño y letra.
Además de esta abreviatura, la Reina esconde detrás varios motes que le han perseguido a lo largo de su vida y que reveló en 2020 Leonardo Faccio, en la biografía Letizia. La reina impaciente: ¿Qué significa ser reina en el siglo XXI?. “Antes de ser reina de España, a Letizia Ortiz no la llamaron siempre con el mismo nombre. Ha sido ‘Leti’ para sus amigas íntimas. O fue ‘Let’ cuando firmaba notas apresuradas en servilletas de papel”, comenta el autor de una de las biografías más leídas de Messi.
Este mote parece haberlo aceptado con los años, ya que cuando era pequeña no solo ella misma se cambiaba el nombre, sino que también lo hacían los niños de su alrededor: “Siendo niña, la futura reina de España jugaba con sus hermanas a ser la perfecta bailarina rusa de ballet y en las clases de danza a las que asistía se hacía llamar ‘Marisova’”, haciendo referencia al nombre de su profesora Marisa Fanjul. Sin embargo, sus amigos iban más allá y tiraban de “humor” para su apodo. Debido a su delgadez, el escritor afirma que la llamaban “la Grulla”.
Su pasado periodístico
A medida que fue creciendo, sus motes adquirieron mucha más personalidad, y “cuando decidió ser periodista, en el diario La Nueva España, de Oviedo, la ciudad donde nació y donde hizo sus primeras prácticas en la prensa, a Letizia Ortiz la habían apodado ‘Letizia con Zeta’, de tanto reclamar que escribieran bien su nombre”. Además, gracias a su gran profesionalidad, “le decían ‘Letizia Noticia’, porque cada día llegaba con historias que para ella merecían lugar en las páginas del día siguiente”.
Este pasado periodista es el mismo que la llevó a ser llamada con un nombre completamente diferente. Durante su etapa en México, momento en el que Faccio indica que fue cuando más realizada y feliz se sintió, trabajó en un periódico local. Debido al peso que ejercía en la producción del medio, tuvo que inventar un seudónimo para que todas las noticias no se encontraran firmadas por “Letizia Ortiz”.
Para evitarlo, a ella misma se le ocurrió el apodo de “Ada” y aunque aseguró al escritor que “su historia no tiene nada de mágico”, este apodo la ha perseguido hasta su papel como Reina. Su pasado como periodista no solo ha ayudado a modernizar una Casa de S.M. el Rey al siglo XXI, sino que también la ha mantenido con los pies en el suelo y mucho más conectada a la realidad y la sociedad.