Desde el 6 de julio, las carreteras de Portugal cuentan con 37 nuevos radares, de los cuales 11 son de velocidad media, según confirmó la Autoridad Nacional de Seguridad Vial (ANSR), el homólogo de la DGT en este país.
Dada la implementación de estos nuevos radares, es esencial que los conductores estén atentos a las nuevas señales que indican su ubicación para evitar multas. La ANSR aseguró que la finalidad no es sorprender a los conductores, sino “proteger vidas” al fomentar el respeto de los límites de velocidad, por lo que ha adelantado que estos dispositivos están debidamente señalizados, lo que permite a los conductores ajustar su velocidad antes de ser monitoreados.
Uno de los nuevos ejemplos que entran en circulación es la señal H43, que advierte sobre la presencia de radares fijos, que controlan la velocidad de un vehículo en un punto específico de la carretera. Esta señal se sitúa a unos metros antes del radar y alerta a los conductores de que su velocidad está a punto de ser monitoreada. En España, esta señal tiene un aspecto prácticamente idéntico, si bien tiene otros colores, como la señal S‐991a (para carreteras convencionales) o su variante S‐991b (para autopista o autovía).
Si la H43 se refiere a radares que controlan un punto específico, la nueva señal H42 monitorea la velocidad media entre el punto A y B, una tecnología ya común en otros países europeos como España. Esta señal es cuadrada, con fondo azul e ilustra en su interior una o dos cámaras de fotos, lo que pretende simular un radar. Si se excede la velocidad media, se aplicará una multa. La ANSR ha adelantado que, para ahorrar sorpresas, es posible consultar la ubicación de los radares en Portugal a través de la página web radaresavista.pt.
La multas por exceso de velocidad
Según datos proporcionados por la Autoridad Nacional de Seguridad Vial (ANSR), entre septiembre y diciembre de 2023 hubo una reducción del 93% en las infracciones de exceso de velocidad tras la introducción de 37 nuevos radares, según publica el medio portugués Público. Estos datos muestran la efectividad de los nuevos dispositivos que, sólo en los últimos diez meses, han contribuido a una reducción significativa de la siniestralidad.
Exceder hasta 30 km/h del límite máximo permitido está sancionado en este país con una multa económica que oscila entre 60 y 300 euros. Se considerará una infracción grave exceder entre 31 y 60 km/h el límite, lo que conlleva una multa de entre 120 y 600 euros, la posible prohibición de conducir de uno a 12 meses y la pérdida de dos puntos del carné. Sobrepasar entre 61 y 80 km/h del límite está castigado con 300 y 600 euros.
En los casos muy graves, exceder más de 80 km/h del límite está sancionado económicamente entre 500 y 2.500 euros, además de la inhabilitación para conducir de dos a 24 meses, y la pérdida de 4 puntos del carné. Incluso la posibilidad de pérdida total del carné si es temporal.