Por qué en Suiza los conductores que cometen infracciones pueden pagar multas de más de 100.000 euros

En el país alpino, las sanciones por infracciones de tráfico se establecen de forma proporcional a los ingresos del infractor

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Una bandera suiza en el puerto de Ginebra, Suiza. (REUTERS/Denis Balibouse)
Una bandera suiza en el puerto de Ginebra, Suiza. (REUTERS/Denis Balibouse)

En Suiza, los conductores han de ir con cuidado. Las sanciones por infracciones de tráfico en el país alpino pueden alcanzar cifras exorbitantes, superando los 100.000 euros, ya que se establecen en función de los ingresos del infractor. Este modelo de sanciones ajustadas a la capacidad económica de cada individuo forma parte de un sistema que busca ser equitativo, al imponer multas que sean proporcionales a los ingresos del infractor, independientemente de su posición económica.

Esta particularidad del derecho suizo ha provocado recientemente un caso que ha captado la atención internacional, cuando un abogado fue multado con más de 115.000 euros por no respetar la distancia de seguridad en la autopista. Ocurrió cerca de Zúrich, donde un conductor de 58 años fue sorprendido circulando a una velocidad entre 110 y 120 km/h en la autopista A1, manteniendo solo entre 8 y 12 metros de distancia con el coche que tenía delante. Esta infracción fue considerada una amenaza grave para la seguridad vial, lo que llevó al fiscal del caso a calificar su conducta como “un riesgo abstracto elevado de accidentes”.

El infractor era un abogado con unos ingresos anuales netos de 1,7 millones de francos suizos (aproximadamente 1,8 millones de euros), lo que hizo que su multa fuera especialmente elevada. En Suiza, a diferencia de otros países europeos como España o Francia, donde las multas suelen tener un importe fijo, las sanciones de tráfico se calculan en función de los ingresos del infractor. Esto significa que, cuanto mayor sea el nivel de ingresos del infractor, mayor será la sanción económica que deberá afrontar.

Un sistema basado en la equidad económica

El principio de este sistema se basa en la idea de que una multa fija puede no tener el mismo impacto disuasorio para todas las personas. Para alguien con altos ingresos, una sanción de 200 o 300 euros podría no representar un castigo significativo. En cambio, para una persona con menores ingresos, esa misma multa podría tener un impacto considerable en su economía. Suiza, buscando igualar el efecto disuasorio de las sanciones, aplica multas proporcionales a los ingresos, logrando que estas mantengan su carácter punitivo y preventivo, independientemente del nivel económico del infractor.

En el caso del abogado suizo, la multa se desglosó en dos partes: una primera parte inmediata de 10.000 francos suizos (unos 10.700 euros), y una multa condicional de 1.970 francos por día durante 50 días, lo que eleva el total a más de 100.000 euros. Esta multa condicional se activará si el infractor comete una nueva infracción en los próximos dos años.

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Implicaciones para los infractores de altos ingresos

Este modelo suizo de multas proporcionales puede sorprender, especialmente en casos donde el infractor tiene altos ingresos, lo que eleva las multas a cifras muy por encima de lo que normalmente se ve en otros países europeos. Sin embargo, este sistema también tiene sus limitaciones y ha generado críticas entre aquellos que argumentan que estas sanciones pueden ser excesivas, incluso para personas con altos ingresos.

En el caso del abogado multado, el infractor llevó el caso a los tribunales, alegando que la policía no le había informado de sus derechos en el momento de la detención, y que la medición de la distancia de seguridad era incorrecta. Sin embargo, la corte desestimó sus reclamos, y confirmó la sanción, señalando que su conducta al volante había puesto en grave peligro la seguridad de otros conductores.

Comparativa con otros países

En España, una infracción similar, como no respetar la distancia de seguridad, se sanciona con una multa fija de 200 euros y la pérdida de tres puntos en el carné de conducir. Francia aplica un esquema similar, con sanciones de hasta 135 euros. Este enfoque de multas fijas es común en la mayor parte de Europa, pero el sistema suizo presenta una alternativa interesante al aplicar el principio de proporcionalidad económica.

El modelo suizo de sanciones para infracciones de tráfico es un ejemplo de cómo el sistema legal de un país puede adaptarse para hacer que las sanciones sean más equitativas y efectivas, sin importar el nivel económico del infractor. Al imponer multas ajustadas a los ingresos, Suiza busca garantizar que las sanciones sean disuasorias para todos los conductores.

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