La desgastante espera de la familia de Esther López a casi tres años de su muerte: “¿Qué más se necesita para que haya justicia?”

La joven de 35 años de Traspinedo, Valladolid, desapareció en la madrugada del 13 de enero de 2022 y tres semanas después su cadáver apareció en una cuneta de la carretera que lleva hasta el pueblo. El abogado de la familia estima que el juicio se celebrará en dos años

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Inés López, hermana de Esther, la joven de 35 años que apareció muerta en una cuneta cerca de Traspinedo, Valladolid, en febrero de 2022. (María García Arenales)
Inés López, hermana de Esther, la joven de 35 años que apareció muerta en una cuneta cerca de Traspinedo, Valladolid, en febrero de 2022. (María García Arenales)

Unos metros antes de llegar a Traspinedo, en Valladolid, unas flores y carteles que reclaman justicia siguen recordando a Esther López, la joven de 35 años que desapareció la noche del 12 de enero de 2022 y cuyo cadáver fue encontrado casi un mes después en la cuneta de esa misma carretera que conduce al pueblo, una localidad de unos 1.100 habitantes que sigue consternada por lo ocurrido. Tanto la familia como amigos y allegados siguen sin entender cómo a pesar de “todas las pruebas aportadas por los expertos” han pasado ya dos años y ocho meses y “aún siga libre el único y principal sospechoso”, Óscar S.M., que fue la última persona en ver con vida a Esther. Y es que aún son muchos los interrogantes que rodean a este caso.

El pasado viernes 6 de septiembre, cuando los peritos de la defensa declararon en los juzgados para rebatir la versión de la Guardia Civil que determinaría que el coche del investigado había sido el causante del atropello de Esther, la jueza que había llevado el caso hasta el momento ha pedido a la Fiscalía que informe sobre los siguientes pasos, lo que puede incluir pedir ir a juicio y presentar una acusación contra Óscar S.M. Un paso que la familia valora positivamente, pero que no pone fin al calvario sufrido a lo largo de estos casi tres años en busca de justicia.

“Hemos tenido mucha más suerte que en otros casos, porque se han invertido medios y diferentes expertos han podido aportar pruebas de todo tipo contra este individuo. Pero precisamente por tener tantas pruebas objetivas encima de la mesa, nos preguntamos qué más se necesita para que haya justicia”, dice indignada Inés López, hermana de Esther, en una entrevista con Infobae España que transcurre en el Rincón de la Igualdad, un pequeño espacio junto al ayuntamiento de Traspinedo donde se han celebrado actos para recordar a la joven, así como para denunciar la violencia de género. “A veces se tambalea mucho la idea de seguir creyendo en la justicia, pero no nos queda otra”, admite.

Ayuntamiento de Traspinedo, Valladolid. (M.G.A.)
Ayuntamiento de Traspinedo, Valladolid. (M.G.A.)

Aquella noche heladora del 12 de enero de 2022, Esther salió de fiesta con tres amigos como en tantas otras ocasiones había hecho, pero nunca más regresó. La familia no lo denunció hasta cinco después porque confiaba en que llamaría para dar alguna explicación y desde ese momento la Guardia Civil inició un amplio dispositivo de búsqueda que incluyó batidas de vecinos que no dudaron en buscarla. El 5 de febrero uno de los voluntarios encontró su cadáver en la cuneta de una zona que ya había sido revisada y que se podía ver perfectamente, pese a la profundidad, desde un autobús o un camión.

La autopsia de Esther desveló que murió el mismo día de su desaparición, con un nivel de alcohol en sangre altísimo, rozando el coma, debido a un shock multifactorial provocado por una hemorragia interna. El examen también indicó que su muerte pudo ser accidental u homicida tras un atropello a baja velocidad. En un principio fueron investigados los tres amigos con los que salió la joven aquella noche, pero después la jueza exoneró a dos de ellos, por lo que Óscar S. M. quedó como único sospechoso, quien ha permanecido en libertad con medidas cautelares.

El investigado, por su parte, asegura que dejó a Esther en la carretera y que se fue a casa a dormir y, a día de hoy, mantiene su inocencia. Sus declaraciones, sin embargo, han sido contradictorias y no ha podido aclarar algunos detalles ante la justicia relacionados con el posicionamiento de los móviles de ambos o el borrado de la centralita de su coche. De momento, señala a este periódico el abogado de la familia, Guillermo Ruiz, son varias las pruebas que le señalan “como autor de una agresión, un posterior atropello y la omisión de socorro que hizo que la víctima no pudiera superar sus lesiones internas”.

El 6 de septiembre, después de la declaración de los peritos de la defensa, Ruiz se mostró convencido de que el sospechoso será llevado al banquillo aunque estima que el juicio se llevará a cabo “en unos dos años”. El letrado también defendió que los informes periciales de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, frente a esos informes de parte de la defensa, han sido realizados con “máquinas más precisas” y “confirman la versión de la parte acusadora en cuanto a que Óscar S.M. es el autor de la muerte de Esther López”.

Doble pérdida

Inés, que luce un colgante plateado con la inicial del nombre de su hermana mientas habla despacio y de forma contundente, no deja de pensar que su hermana se podría haber salvado si hubiera recibido ayuda. Para ella, además, la pérdida ha sido doble, porque no solo se ha quedado sin hermana, sino que sus padres nunca han vuelto a ser los mismos de antes.

“No se parecen en nada a las personas que eran y no creo que vuelvan a serlo jamás. Mi madre era pura vitalidad, siempre te decía vamos a hacer esto y lo otro. Pero ahora lleva más de dos años y medio encerrada en casa, ya no sabe cómo están las calles de Traspinedo, lo que ha cambiado en este tiempo el pueblo o cómo está la gente. Solo va al cementerio cuando sabe que no hay nadie y ya está”, relata Inés al borde del llanto. Su padre, aunque sigue acudiendo a las concentraciones frente a los juzgados y las que se realizan en el pueblo, también ha sufrido un notable deterioro “por todo el desgaste, toda la angustia” y a veces en esas concentraciones le “tiemblan hasta las piernas”. “Esto solo les ha causado problemas de salud”.

En esta localidad vallisoletana que nunca antes había vivido un suceso parecido aún se pueden observar fotografías de Esther junto al mensaje “Traspinedo no te olvida” en las ventanas de algunos comercios y casas, un apoyo que para la familia ha sido fundamental desde el primer día y durante todo este tiempo.

Uno de los carteles donde se pide justicia para Esther López. (María García Arenales)
Uno de los carteles donde se pide justicia para Esther López. (María García Arenales)

Al menos cuando se haga justicia, dice Inés esperanzada, “podrán comenzar realmente el duelo” y tener finalmente un poco de paz, aunque de momento siguen en esa lucha, sobre todo ella, porque su vida gira casi de forma exclusiva a que el culpable acabe entre rejas. “Nadie se imagina lo que es perder a una hermana en estas circunstancias, así que lo único que me queda es que se haga justicia. Vivimos por y para ello”.

Ahora que el bullicio de julio y agosto ha terminado, con el comienzo de septiembre las calles de Traspinedo se vuelven a quedar prácticamente vacías, como ocurre en muchos pueblos, y todo va recuperando la normalidad. La misma normalidad que, dentro de lo que cabe, ansía también recuperar la familia de Esther.

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