Un conductor de Suiza deberá pagar una multa de 115.000 euros por no respetar la distancia de seguridad con el coche que iba delante

Un conductor suizo de 58 años ha sido condenado por el Tribunal Superior del país a pagar una multa de 115.000 euros (108.000 francos suizos) por no respetar la distancia de seguridad con el coche que lo precedía en la autopista A1, cerca de la comuna de Kölliken, en Suiza.

El caso se remonta a la mañana del 23 de marzo de 2023, cuando el conductor, a bordo de un BMW 540d xDrive, circulaba a una velocidad de entre 110 y 120 kilómetros por hora, manteniendo una distancia de apenas ocho a doce metros del vehículo que lo precedía. Esta acción, según la fiscalía, constituyó una grave infracción de las normas de tráfico, ya que creó un alto riesgo de accidente durante más de 2,4 kilómetros en el carril de adelantamiento. El fiscal señala que el comportamiento del conductor supuso una “amenaza grave a la seguridad de otras personas”, como recoge el texto al que ha accedido el diario suizo en alemán Aargauer Zeitung.

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El hombre impugnó inicialmente la orden de sanción, lo que llevó el caso al tribunal de distrito de Zofingen. Allí fue declarado culpable y condenado a una multa condicional de 50 días de 1.970 francos (cerca de 2.100 euros) por jornada. En Suiza, el número de días de multa depende de la gravedad de la infracción, mientras que el importe diario se basa en la situación económica del acusado, con un rango que va de 30 a 3.000 francos por día. En este caso, el tribunal determinó que el conductor, con unos ingresos netos anuales de 1,7 millones de francos (1,8 millones de euros) debía pagar una multa de 98.500 francos (104.500 euros).

Además de la multa condicional, el tribunal también le impuso una multa adicional de 15.000 francos, que se aplica incluso si la multa condicional no se ejecuta. Esta multa tiene una función de “recordatorio” y se impone generalmente a infractores que cometen su primera falta. Sin embargo, al revisar el caso, el tribunal superior redujo esta multa a 10.000 francos, al considerar que era el máximo permitido por la ley.

El conductor, que es abogado, llevó el caso ante el tribunal superior, argumentando que la policía no le había informado adecuadamente de sus derechos durante el interrogatorio in situ, cuando fue detenido tras ser observado y filmado por las autoridades. Sin embargo, el tribunal desestimó esta reclamación, señalando que, según el protocolo firmado por el propio acusado, sí se le habían informado sus derechos.

El tribunal superior también rechazó la impugnación del análisis realizado por el tribunal inferior respecto a la distancia entre los vehículos, indicando que la evaluación realizada a partir de las grabaciones de vídeo era válida. A su vez, el tribunal subrayó que, debido a las altas velocidades en autopistas, incluso un pequeño error de cálculo o una frenada repentina puede desencadenar accidentes graves, lo que justifica la severidad de la multa.

El conductor intentó defenderse argumentando que, debido a los frenos deportivos de su vehículo, tenía una capacidad de frenado superior, lo que reducía el riesgo. No obstante, el tribunal señaló que el tiempo de reacción humano sigue siendo un factor determinante en la seguridad al volante, y que, independientemente de la capacidad de frenado del coche, su conducta fue peligrosa.