El pasado viernes 6 de septiembre, la inauguración de una nueva estatua de bronce en los jardines del castillo de Antrim ha generado gran controversia tanto en las redes sociales como entre los visitantes del lugar, tal y como ha informado la BBC. La escultura, que rinde homenaje a la difunta Isabel II, al príncipe Felipe y a sus dos corgis, ha recibido críticas, especialmente sobre su parecido con la reina.
Alejandro, un visitante de Londres que acudió con amigos de El Salvador, expresó que, aunque la estatua no cree que se parezca a la monarca, valoraba el gesto de memoria hacia ella. “Como es en su memoria, supongo que es algo bueno, pero no se parece a ella”, comentó a la cadena británica. Otros, como Richard de Antrim, se han mostrado “muy decepcionados” tras ver la estatua en Internet y luego en persona, llegando incluso a sugerir que se quite. “No está bien”, declaró, añadiendo que la estatua “no hace nada por la memoria de Su Majestad”.
Sin embargo, no todas las opiniones han sido negativas. Cheryl y Gordon, de Saintfield, consideraron que, a pesar de algunos detalles del diseño que podrían mejorarse, disfrutaron de la escultura. Cheryl mencionó que “hay algo que no está bien en la postura de la parte superior de su cuerpo y en su brazo derecho, pero sigue siendo encantador verla”. Gordon añadió que, aunque la figura no se asemeja mucho a Isabel II, valoran la intención detrás de la obra.
“No se parece a la reina en nada”
La concejala de Antrim y Newtownabbey, Vera McWilliam, se ha hecho eco de algunas críticas, y ha afirmado que la escultura “no se parece a la reina en nada” y que espera que el trabajo “les haya salido gratis”. En contraste, otros como Brenda, de Lisburn, han apreciado la estatua, y ha subrayado que, aunque podría haberse representado a una Isabel II de más edad, la obra sigue siendo identificable y atractiva.
El creador de esta escultura, el artista de Belfast norte, Anto Brennan, ha recibido tanto elogios como críticas por su trabajo. En el acto de inauguración, el teniente de alcalde de Antrim y Newtownabbey, Paul Dunlop, destacó la importancia del significado de la estatua más allá de su apariencia física. “Depende del gusto personal”, comentó, y recalcó que “lo importante es lo que representa la escultura”.
La polémica en torno a la estatua se intensificó cuando el Ayuntamiento de Antrim y Newtownabbey publicó fotos de la obra en las redes sociales y tuvo que desactivar los comentarios debido a la avalancha de opiniones diversas. En un comunicado, el ayuntamiento se ha manifestado “encantado con la respuesta positiva general”, aunque reconoció la existencia de opinines variopintas sobre la obra de arte. Además, han afirmado que “la escultura ha sido calurosamente recibida por la mayoría de quienes la han visto en persona”.
Durante la inauguración, el alcalde de Antrim y Newtownabbey, Neil Kelly, calificó la escultura como “hermosa”, destacando que “capta maravillosamente la gracia y la firmeza” de la difunta monarca, erigiéndose así como “un digno tributo a su extraordinaria vida y reinado”.
Fundamentada en la propuesta realizada en enero de 2023 para crear una escultura conmemorativa de Isabel II y sus corgis, la obra se añade a la existente estatua de bronce del Príncipe Felipe, ubicada en el Jardín del Parterre del castillo de Antrim.