En Negreira, Galicia, un violento enfrentamiento en un centro de salud ha acabado en denuncia. Pilar Rodríguez, una residente de A Coruña que frecuentaba Negreira por tener su segunda residencia en Gasamáns, cerca de Ponte Maceira, fue la protagonista de este desafortunado incidente.
Tal y como ha recogido La Voz de Galicia, todo comenzó cuando Pilar, quien había sido sometida a una operación en el Hospital San Rafael de A Coruña, un centro privado, solicitó en el centro de salud de Negreira atención para sus curas postoperatorias. Aunque inicialmente fue atendida sin inconvenientes, surgieron desacuerdos cuando su cirujano le indicó que debía hacerse las curas diariamente, en contraposición a lo dicho por los sanitarios de Negreira, quienes afirmaban que debían realizarse cada 48 horas.
El 1 de agosto, Pilar se dirigió al Punto de Atención Continuada (PAC) para su cura diaria, pero fue rechazada por una enfermera, argumentando que según sus registros no era necesario hasta el día siguiente. La situación subió de tono cuando Pilar mostró el informe del cirujano del Hospital San Rafael. La enfermera, viendo que el informe provenía de un hospital privado, llevó el documento al médico encargado, como relató la propia Pilar al medio citado.
El médico, cuya identidad no se ha revelado, desestimó el informe, diciendo que no correspondía al centro atender a alguien operado en un hospital privado, lo cual inició una serie de tensos intercambios. Cuando Pilar insistió en ser atendida o al menos obtener una explicación por escrito del rechazo, la situación se volvió bastante violenta, según su denuncia. Afirma que el médico la empujó contra una pared y la agarró del cuello.
Pilar, ante el violento enfrentamiento, había solicitado ayuda al 112. Minutos después, la enfermera y el médico seguían enzarzados hasta que llegaron los primeros auxilios del centro sin ninguna respuesta efectiva. Entonces, Pilar, ya fuera del centro y en su coche, llamó a su esposo, a su abogado y a la Guardia Civil.
La paciente acabó con un latigazo cervical tras la supuesta agresión
Posteriormente, Pilar fue tratada en el PAC de Bertamiráns por dolor cervical y por estar “muy nerviosa y llorosa”. Desde allí, fue remitida al Hospital Clínico para hacerse una radiografía del cuello. Ya pasada la medianoche, se dirigió al Hospital La Rosaleda en Santiago, donde se le diagnosticó cervicalgia postraumática.
El caso ha tenido un impacto significativo en la vida de Pilar, quien asegura que desde el incidente teme encontrarse con el médico que la agredió. Ella y su familia han decidido no volver a Negreira por temor a nuevos encuentros. Pilar planea remitir el caso al Sergas para buscar una respuesta institucional ante este tipo de trato.
Este incidente ha abierto un debate sobre los derechos de los pacientes operados en hospitales privados a ser atendidos en centros de salud públicos, y sobre las conductas de los profesionales de salud en situaciones conflictivas. La Voz de Galicia reporta que el médico también presentó una denuncia contra Pilar, alegando que ella le había dado un empujón, lo cual ella califica como “completamente falso”.
El tema ha suscitado diversas reflexiones sobre la atención médica y los derechos del paciente en los distintos sistemas sanitarios existentes en la región.