El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) bajará los tipos de interés 25 puntos básicos mañana jueves, hasta colocar el precio del dinero en el 4%. Esto es lo que descuentan los mercados y apuntalan con total certeza los analistas, entre ellos Jean-Paul van Oudheusden, de eToro, para quien “cualquier otra cosa sería una sorpresa”.
Y es que en la economía de la eurozona se está dando la tormenta perfecta para que el eurobanco vuelva a mover ficha a la baja por segunda vez en 2024. Ya lo hizo en junio, cuando, por primera vez en ocho años, bajó los tipos de interés hasta colocar el precio del dinero en el 4,25%. Con el nuevo recorte de septiembre, las ‘palomas’ del BCE -que están a favor de una política monetaria más flexible con tipos bajos para impulsar el crecimiento económico- vencerán a los ‘halcones’ -partidarios de una política monetaria más restrictiva con tipos elevados para mantener a raya la inflación-.
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El nuevo ajuste previsto para mañana está respaldado por el éxito del BCE al conseguir estabilizar la inflación de la eurozona cerca de su objetivo del 2%. Según los últimos datos, cerró agosto en el 2,2%, en mínimos de tres años, y muy por debajo de sus máximos de noviembre de 2022 cuando se situó en el 10,6%.
A ello se suma que los salarios empiezan a pisar el freno hasta moderarse en el 3,6% en el segundo trimestre, desde el 4,7% del anterior, y la tercera causa es el débil crecimiento, casi anémico, de la economía del conjunto de la UE. Todos estos factores dan alas al guardián del euro para un nuevo recorte.
“El BCE tiene dos motivos de peso para bajar los tipos de interés, por un lado, la inflación se está estabilizando sobre su objetivo y en reuniones anteriores Lagarde afirmó que sería flexible, que no se trata de que tenga que situarse el 2% para actuar. Por otro, el progresivo debilitamiento económico en el viejo continente: el PIB ha sido más débil de lo esperado y se espera que se produzca una revisión a la baja para este año”, argumenta el analista de mercados Joaquín Robles.
Steven Bell, de Columbia Threadneedle Investments, da otro motivo que condiciona la decisión del eurobanco: “la Comisión Europea está poniendo presión a los Gobiernos para que endurezcan su política fiscal. En este contexto, las bajadas de tipos previstas parecen razonables”.
Intensidad y velocidad de los recortes, la incógnita
Con la caída de tipos de 25 puntos básicos asegurada para este jueves, la pregunta que se plantean los inversores es cuánto bajarán hasta fin de año y a que velocidad lo harán. También en este caso hay consenso entre los analistas. Consideran que tras el recorte de septiembre, el eurobanco no moverá ficha en octubre manteniendo los tipos en el 4%. Como en noviembre el Consejo de Gobierno no se reúne, la próxima bajada tendrá lugar en su encuentro del 12 de diciembre, donde las quinielas apuntan un recorte de otros 25 puntos básicos.
La analista de mercados de Ebury, Itsaso Apezteguia, lo tiene claro, sostiene que hay inversores que “están dando por hecho que se bajarán los tipos tres veces hasta fin de año”, lo que considera una flexibilización “demasiado agresiva”, por lo que se decanta por solo dos movimientos, “uno en septiembre y otro en diciembre”.
Pendientes de Lagarde
Una forma de acabar con el suspense sobre los próximos movimientos es estar pendientes de las pistas que dé Christine Lagarde mañana, aunque, no es fácil que la presidenta del BCE ponga todas las cartas sobre la mesa.
Así lo cree Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment Managers: “No estamos seguros de que vayamos a obtener mucha claridad en ese frente por parte del BCE. Creemos que Lagarde se guardará las cartas en secreto, ya que el debate en el Consejo de Gobierno sigue en pleno apogeo. Sin embargo, los últimos flujos de datos juegan a favor de las ‘palomas’ en el Consejo del BCE. Los detalles de las cuentas nacionales de la eurozona para el segundo trimestre confirman que las empresas están compensando cada vez más el empuje de los costes laborales reduciendo sus márgenes”.
Ante las incógnitas de cuándo y cuánto bajará el supervisor las tasas, los analistas del Bank of America (BOFA) se muestran más audaces y consideran que el ciclo de recortes graduales continuará este año y prevén que la “débil recuperación económica” y el estancamiento de la inflación podrían llevarle a bajar el precio del dinero al 2%, a más tardar, el tercer trimestre de 2025.
Eso sí, Christine Lagarde volverá a condicionar sus decisiones sobre nuevos recortes a los próximos datos macroeconómicos con el foco puesto en el aumento de los salarios, los beneficios de las empresas y el repunte de los precios del sector servicios.