El mantenimiento adecuado de estos electrodomésticos es crucial, especialmente en hogares con mascotas, donde la lavadora se descarga casi sin descanso. De este modo, se puede pecar de recurrir siempre al mismo programa, rápido y económico. Sin embargo, en un artículo de Xakata Home, se narra la explicación de un técnico.
Y es que, un uso prolongado de ciclos a bajas temperaturas, que son las más ecológicas, hace que la máquina almacene residuos en el tambor, afectando no solo la limpieza de la ropa, sino también la propia eficiencia y durabilidad de la lavadora. Esto sucede porque al contar con temperaturas bajas, el electrodoméstico se priva de la autolimpieza, que solo sucede cuando el agua alcanza altos grados.
Cuándo usar programas con altas temperaturas
Las lavadoras modernas cuentan con indicadores que alertan sobre la necesidad de activar programas específicos para limpiar el tambor, función que mucha gente desconoce. Estos programas emplean altas temperaturas para eliminar residuos de detergente y suavizante, así como restos de suciedad que se acumulan con el tiempo.
El especialista sugirió realizar lavados a 60 o 90 grados de vez en cuando, que es el lavado ideal para desinfectar ropa de cama, toallas y prendas de personas enfermas. Pero también ayuda a mantener limpio el interior de la lavadora, eliminando bacterias y ácaros de polvo que las temperaturas más bajas no consiguen erradicar.
Además, señaló que muchas personas no usan el programa de limpieza del tambor al desconocer su importancia. Y es que, este programa, que la máquina suele iluminar brevemente al inicio de cada ciclo, no sería tan necesario si se emplearan lavados a altas temperaturas con más regularidad.
Por su parte, La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha indicado que lavar a 30 grados o menos puede ahorrar hasta un 60% de energía. No obstante, el ahorro energético es una preocupación común llena de mitos, pues lavar siempre a altas temperaturas no supone un costo excesivo. Esto se debe a que el agua solo alcanza estas temperaturas en una fase del ciclo de lavado, optimizando así el uso del detergente y suavizante para garantizar una limpieza profunda de la ropa y de la propia lavadora.
Cómo limpiar y desinfectar la lavadora
Para mantener la lavadora en óptimas condiciones requiere un mínimo de cuatro limpiezas internas al año y atención frecuente a todos sus componentes. Con estas prácticas, según Ocu, se asegura el funcionamiento eficiente del electrodoméstico y una prolongación de su vida útil. Así, las partes en las que se debe revisar son:
- Los filtros de las lavadoras deben limpiarse al menos dos veces al año. Además, es importante realizar esta tarea tras lavar ropa muy sucia o cuando se perciban síntomas claros de obstrucciones, como agua residual en el tambor después del ciclo de lavado. Para limpiar por completo la lavadora se recomienda desconectar el aparato y recoger el agua acumulada para retirar el filtro. De este modo, el filtro puede limpiarse con agua fría, utilizando un estropajo y un cepillo de dientes viejo para llegar a las zonas más difíciles.
- La goma de la lavadora es la encargada de evitar filtraciones de agua, pero tiende a desgastarse y acumular moho. Para limpiarla, se debe abrir bien la puerta y tirar de los pliegues hacia afuera, para facilitar la eliminación de los residuos con un paño humedecido, en agua con vinagre o un producto específico para lavadoras. Además, es recomendable secar la goma después de cada uso y dejar la puerta abierta para que se seque completamente por dentro.
- Las cubetas de detergente también necesitan limpieza periódica. Según Ocu, se debe sacar el cajetín del detergente, enjuagarlo bien bajo el grifo y eliminar todos los restos de productos que puedan quedar. Garantizar que se usa la dosis exacta de detergente recomendada por el fabricante es fundamental para evitar acumulaciones innecesarias.