“Hay violaciones y violaciones”: el argumento de un abogado de la defensa que ha indignado a Gisèle Pelicot y su familia

Algunos de los acusados afirman que no sabían que se trataba de una agresión, pues creían que Gisèle Pelicot, pese a estar dormida, consentía los actos

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Guillaume de Palma, abogado de
Guillaume de Palma, abogado de seis de los acusados por violar a Gisèle Pelicot, defiende que "hay violaciones y violaciones" (AFP)

La séptima jornada del martes en el caso Mazan, que juzga las decenas de violaciones a Gisèle Pelicot orquestadas por su exmarido, Dominique Pelicot, terminó con un broche más amargo aun si cabe en esta historia. Durante la sesión de la tarde, en la que se escuchó a investigadores y expertos informáticos que trabajaron en el caso, un abogado volvió a defender la inocencia de sus clientes.

El señor Guillaume de Palma, representante de seis de los acusados, puso en duda que la palabra “violación” fuera la adecuada para describir las constantes sesiones de abuso que sufrió Gisèle Pelicot, al menos para alguno de los implicados. Según el letrado, “hay violaciones y violaciones”, queriendo señalar que algunos hechos eran menos graves que otros.

Gran parte de la defensa se sustenta en la idea de que los acusados desconocían que estaban manteniendo relaciones sexuales sin el consentimiento de Gisèle. Pensaban que era un juego dentro del matrimonio y que ella se hacía la dormida o había querido que la durmiesen. “Hay violaciones y violaciones y, sin la intención de cometer una, no hay violación”, aseguró De Palma. Según el abogado, “en Francia, es necesario demostrar la intención culpable. Si el autor está engañado, no hay violación”. Así, la defensa rechaza el “análisis parcial y sesgado” de que sus clientes agredían a Gisèle Pelicot. “Son personas engañadas, atrapadas, no tuvieron tiempo de darse la vuelta”, añadió.

Según replicó uno de los investigadores, aun en los casos de asesinato se habla de “asesinato” aun cuando no ha terminado el juicio. “No tiene nada de chocante”, defendió.

“Es una vergüenza”

Gisele Pelicot y su hija,
Gisele Pelicot y su hija, Caroline Darian, a su llegada a los juzgados el pasado 5 de septiembre (AP Photo/Lewis Joly)

Al escuchar las palabras de este abogado, los representantes de Gisèle Pelicot, Stéphane Babonneau y Antoine Camus, intentaron pedir la palabras in éxito. El argumento fue demasiado para las víctimas: tanto Gisèle como su hija, Caroline Darian, salieron enfadadas de la sala. “Es una vergüenza”, gritó esta última.

A la salida, De Palma insistió en su argumento: “A partir del momento en el que, efectivamente, hay una intención culpable, a partir del momento en el que llegamos a aportar la prueba de que la persona que ha cometido los actos era consciente de cometer una violación, hay violación. Si no, no hay violación”, declaró ante los medios. Pese a que el propio Dominique Pelicot afirma que estos hombres conocían la condiciones, muchos se escudan en que pensaban que la mujer consentía. Incluso, llegaron a decir que no sabían que estaban siendo grabados, lo que para el investigador Stéphan Gal, uno de los cuatro encargados de este caso, parece improbable, pues las imágenes no se grabaron desde un punto fijo y en los vídeos aparecen primeros planos.

Desde la parte demandante, Antoine Camus no quiso comentar estas palabras de la defensa, pero las calificó de “insoportables” para sus clientes. “Mi cliente ha hecho ver la realidad de una violación, la crueldad con la que defendemos a veces una violación”, afirmó. Para el abogado, “la presunción de inocencia debe ejercerse hasta el final” y “no hay que comprometer los derechos de la defensa”, si bien consideró que ve “hay una suerte de gratuidad en la violencia infligida” a su cliente por estas palabras.

Gisèle Pelicot abandona el tribunal donde juzgan a su marido por drogarla para que la violaran.
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