La reforma de pensiones acordada recientemente entre el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, los sindicatos y la patronal, introduce cambios significativos en el sistema de jubilación español, y más concretamente en la jubilación parcial. Una de las nuevas normas -que ha generado bastante polémica- permitiría acogerse a esta modalidad de reducción de la jornada laboral sin que la cuantía de la prestación del beneficiario se vea penalizada hasta un total de tres años antes de la edad ordinaria de jubilación (antes eran dos). Por lo que se puede solicitar a partir de los 62 años.
El objetivo de estas modificaciones en el sistema de pensiones es incentivar la prolongación de la vida profesional de los trabajadores y facilitar una transición más gradual hacia la jubilación completa -lo que además favorece la sostenibilidad del sistema-. Y es que la jubilación parcial siempre ha sido una opción popular entre aquellos trabajadores que desean reducir su jornada laboral, empezar a disfrutar de su pensión y, al mismo tiempo, mantenerse activos profesionalmente.
Cuáles son las reducciones en la jornada laboral del beneficiario
Uno de los principales cambios de la reforma estipula que, durante el primer año, los trabajadores pueden reducir su jornada entre un 20% y un 33%. Elegir una reducción del 20% para una jornada de 40 horas semanales -la máxima estipulada por Ley-, supone trabajar 32 horas semanales, mientras que optar por el máximo de reducción llevaría a trabajar unas 27 horas a la semana.
Esta flexibilidad se expande en el segundo año, cuando se permitirán reducciones de entre el 25% y el 75% de la jornada laboral. Contar con una deducción del 50% significa trabajar 20 horas semanales, mientras que si se quiere reducir el 75%, bastaría con trabajar 10 horas a la semana.
Además, las personas que accedan a la jubilación parcial general podrán concentrar en un único periodo de días en la semana, semanas en el mes o meses en el año el tiempo que les quede por trabajar, siempre que se llegue a un acuerdo en el marco de la negociación colectiva sectorial o a nivel de empresa concreta. Durante la jubilación parcial, el trabajador recibe una pensión proporcional a la reducción de su jornada.
Este reajuste en la edad de acceso y en los porcentajes de reducción de jornada forma parte de un esfuerzo más amplio para alinear las políticas laborales y de pensiones con la realidad demográfica y económica actual, ya que a largo plazo, se espera que tales ajustes contribuyan a la sostenibilidad del sistema de pensiones y a la estabilidad del mercado laboral.
Requisitos para acceder a la jubilación parcial
Además de la nueva edad estipulada en la nueva reforma (tener mínimo 62 años), hay que cumplir otros requisitos, como:
- Contar con un contrato de relevo: el trabajador que se jubila parcialmente es reemplazado por un trabajador desempleado o con un contrato temporal, que luego se transformará en indefinido y a tiempo completo. Este contrato debe durar al menos hasta que el trabajador jubilado alcance la edad de jubilación ordinaria.
- Contar con una antigüedad mínima en la empresa de seis años, trabajados justo antes de la fecha de la jubilación parcial. Este tiempo no necesariamente debe ser a jornada completa, pero debe estar cubierto en el momento de la solicitud.