De Leopoldo López a Edmundo González: todos los opositores venezolanos que viven o han vivido en España

Desde este domingo, Edmundo González Urrutia se ha sumado a la extensa lista de opositores a Nicolás Maduro que han sido acogidos en España como asilado político. La decisión del Gobierno español, crucial para garantizar la seguridad de González, se dio tras varios días en los que el político venezolano permaneció refugiado en la Embajada de España en Caracas. De igual manera, la intervención del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero fue clave para desbloquear la situación y permitir la salida del opositor hacia España.

El caso de González, sin embargo, no es aislado. A lo largo de los últimos años, varios opositores venezolanos han optado por el exilio en España, buscando protección frente a las represalias políticas en su país. Por ejemplo, Leopoldo López, quien fuera el máximo dirigente del partido Voluntad Popular (VP), tras un largo periodo de persecución buscó refugio en la residencia del embajador español en Caracas, donde permaneció más de un año antes de su llegada a Madrid en octubre de 2022.

López había sido condenado a 14 años de prisión en la cárcel militar de Ramo Verde, bajo la acusación de haber supuestamente instigado actos violentos durante las protestas que lideró contra el gobierno de Maduro. Una vez en Madrid, ha orientado sus esfuerzos a nivel internacional. En 2022, fundó junto a Gary Kasparov y Masih Alinejad el World Liberty Congress (WLC), una alianza destinada a unir a gobiernos y ciudadanos de todo el mundo en la defensa de la democracia y la lucha contra las dictaduras.

Por su parte, Antonio Ledezma, antiguo alcalde de Caracas y líder de la Alianza Bravo Pueblo, también encontró refugio en España tras vivir 1.000 días bajo arresto domiciliario. Ledezma, detenido en 2015 por presunta conspiración contra el gobierno venezolano, pasó un tiempo en la misma prisión que López antes de fugarse a España en 2017. A su llegada, fue recibido en La Moncloa por el entonces presidente Mariano Rajoy, en un gesto de apoyo a la causa opositora venezolana. Desde su exilio, Ledezma continúa siendo una figura relevante en la denuncia de la situación en Venezuela.

Otro de los opositores venezolanos que ha encontrado refugio en la capital española es Julio Borges, quien fuera presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y uno de los principales rostros de la oposición durante las negociaciones con el gobierno de Nicolás Maduro. Borges, galardonado con el Premio Sájarov del Parlamento Europeo en 2017, rechazó firmar los acuerdos propuestos durante las negociaciones, argumentando que no existían garantías suficientes para asegurar la paz y la democracia en Venezuela. Su firme postura y su denuncia de amenazas directas hacia su vida lo llevaron a tomar la decisión de abandonar el proceso negociador en febrero de 2018. Desde entonces, Borges vive en España, donde ha continuado su labor política y de denuncia contra Maduro.

En un contexto similar, el general Miguel Rodríguez Torres, exministro del Interior y Justicia de Venezuela, fue liberado en enero de 2023 tras pasar cinco años en prisión. Acusado de conspiración, Rodríguez fue arrestado en 2018 y encarcelado por sus presuntas acciones contra Maduro. La mediación humanitaria encabezada, nuevamente, por Zapatero y representantes de Naciones Unidas fue decisiva para su liberación. Al llegar a España, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, destacó que se le concedió asilo con el mismo estatus que a otros venezolanos que buscan residencia autónoma en el país. Desde entonces, Rodríguez ha mantenido un bajo perfil.

Antes de Edmundo González, el último opositor venezolano en llegar a España en busca de asilo fue el activista Lorent Saleh, conocido por su participación en protestas contra el gobierno de Maduro. Saleh fue encarcelado en Venezuela durante cuatro años, acusado de planear supuestos actos terroristas y conspirar contra el Estado. Su detención fue ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos, que denunciaron las condiciones de su encierro y la falta de un juicio justo.

En 2018, las autoridades venezolanas decidieron liberarlo alegando un “riesgo de suicidio”, una medida que generó sorpresa en muchos sectores. Tras su excarcelación, Saleh fue trasladado a España acompañado por el entonces secretario de Estado español para Cooperación y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de La Iglesia. Una vez en Madrid, Saleh ha continuado denunciando la represión en Venezuela y la situación de los presos políticos, convirtiéndose en una voz destacada en el exilio.