Arturo es un estudiante de 11 años que empieza sexto de Primaria este curso junto a su compañeros de clase del colegio CEIP Voramar de Alicante. Sin embargo, el lunes no pudo ir hasta su aula como los demás. Le tuvo que llevar en brazos su madre porque no funciona el ascensor con el que debería subir a su clase. Tiene movilidad reducida y necesita una silla de ruedas para poder desplazarse, algo que haría el solo si lo hubieran arreglado a tiempo, ya que las averían comenzaron a finales de 2023 y desde entonces no han cesado.
Su madre, María Jesús Aguilar, tendrá que acudir al centro cada mañana para que su hijo pueda llegar al aula. “A las 11, lo bajo al patio, a las 11.30 lo devuelvo a la clase y a las 13 horas voy a recogerlo”, cuenta a el diario El País, que también recoge las explicaciones de María Mira, presidenta del AMPA, que explica que “hay que reponer una pieza que se estropea recurrentemente o renovarlo por completo”, y aún no les han dado una solución. Mira también señala que Arturo no es el único alumno en esta situación ya que se trata de “es un centro de integración con aulas para niños con necesidades especiales” en el que hay más niños que necesitan silla de ruedas y otros “siete u ocho” están en la misma situación.
El ascensor se ha reparado en numerosas ocasiones, la última el 26 de junio, pero finalmente los técnicos indican que es muy difícil repararlo, ya que no hay piezas o son demasiado costosas, y las reparaciones solo sirven para alargar por poco tiempo la vida útil de la máquina, que está abocada a averiarse y a hacer que María Jesús acuda cada día al centro para subir a su hijo más de cuatro veces al día. De hecho, la situación se complica cuando el horario lectivo se amplíe a partir de octubre y cuando haya más asignaturas en otras estancias del centro, como Educación Física o Religión.
El centro educativo de Arturo es un edificio antiguo con tres plantas que, según María Jesús, tiene deficiencias. Por ejemplo, cuenta la madre, los padres del colegio llevan pidiendo rampas desde hace 11 años. La director del centro ha sido informada de este asunto, pero afirma que el problema no es solo para Arturo, sino para el resto de alumnos o personal que pueden sufrir una lesión y necesitan utilizar el ascensor. Además, también hay problemas con el carro del comedor, que hay que bajarlo a la planta donde están los niños.
“Una imagen vale mil palabras”
El portavoz y concejal de Compromís en el Ayuntamiento , Rafael Mas, ha difundido la historia de Arturo y su madre en redes sociales, donde el video se ha hecho viral. El político ha apuntado que “una imagen vale mil palabras”. “Este es el inicio de curso en Alicante; ascensores sin funcionar durante meses; centros sin aclimatar; instalaciones destrozadas; y bloqueo para construir colegios. El PP quiere destruir la educación pública para beneficiar a la privada”, ha indicado en X (antes Twitter).
Una imagen vale mil palabras.
— Rafa Mas🌻🤝🏼🌍 (@Ra_Mas) September 9, 2024
Este es el inicio de curso
Alacant👇
▪️Ascensores sin funcionar durante meses.
▪️Centros sin aclimatar
▪️Instalaciones destrozadas
▪️Bloqueo para construir colegios
El PP quiere destruir la educación pública para beneficiar a la privada. pic.twitter.com/Y1sJiyr4j6