Mercadona y los supermercados regionales son las cadenas de distribución que más han elevado su cuota de negocio en los ocho primeros meses del año, con un incremento del 0,9% y del 0,6%, respectivamente, y subiendo su cuota hasta el 26,8% en el primer caso y del 17,7% en el segundo.
Estas cifras les sitúan por delante de Carrefour, con un crecimiento del 0,4% entre enero y agosto y una cuota de mercado que alcanza el 10,1%, y de Lidl y Aldi, que crecieron un 0,1%. Mientras que Eroski marcó cifras negativas con una caída del 0,2%, al igual que DIA que retrocedió un 0,5% en cuota, según se desprende del Balance de la Distribución elaborado por realizado por Kantar Worldpanel.
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Estos resultados se han dado en un escenario marcado por un crecimiento en valor del 1,9 y una caída del consumo del 0,7%. Todo ello, junto a la moderación de la inflación, refleja que “el gran consumo afronta un ciclo de estabilidad tras cinco años de crisis”, señala el informe.
El crecimiento de cuota de mercado que ha experimentado Mercadona no ha sido uniforme, ya que empezó el año comparando con un complicado primer semestre de 2023 y ahora le toca hacerlo con una buena segunda mitad del año pasado y, de momento, los meses de julio y agosto, con una caída del 0,3% reflejan “los primeros síntomas de desaceleración en el crecimiento de la cadena valenciana”.
Los regionales, en puestos de cabeza
Los supermercados regionales, entre ellos AhorraMas, Consum, BM, Gadis, Bonpreu o ElJamon, ya suponen el 17,7% de la cuota de mercado y se consolidan como una alternativa cada vez más recurrente, como demuestra que “en este tipo de cadenas se realiza un 5% más de cestas en comparación con el año pasado”, indica el informe.
Repuntan en todas las comunidades autónomas con Canarias a la cabeza tras un crecimiento del 1,3%, seguida por Andalucía y la zona noroeste. Su consolidación durante estos últimos años se produce con un importante trasvase desde el canal especialista, su apuesta por la proximidad y la marca del fabricante.
Carrefour, al alza, y Lidl, de menos a más
Carrefour continúa con su tendencia positiva sostenida cada vez más en las secciones de frescos perecederos, mientras que en el resto del gran consumo sufre. Mientras que Lidl ha tenido un comportamiento contrario al de Mercadona. Empezó peor el año, pero recuperó cuota a partir del segundo trimestre. Lo más destacable en lo que llevamos de 2024, es que continúan aumentando los hogares que sitúan a Lidl como una de sus cadenas habituales: ya son un 13,4% de la población, mientras que en 2019 apenas llegaba al 8,2%.
En cuanto a Aldi, es la cadena que más ha aumentado su masa de compradores desde 2019, en más de dos millones y en lo que va de año consigue que compren con más frecuencia en sus tiendas.
Eroski y DIA, a la baja
Una evolución a la baja ha tenido este año Eroski, que ha marcado un crecimiento negativo en cuota de negocio debido a la doble presión que ejerce el desarrollo de las cadenas de surtido corto y la buena evolución de otros operadores regionales.
En tanto que la evolución de DIA continúa muy condicionada por la restructuración de su parque. No obstante, desde junio, y coincidiendo con que hace un año finalizó el traspaso de las tiendas a Alcampo, “aparecen los primeros brotes verdes y gana cuota en aspectos estratégicos para la cadena, como son las cestas de rutina o los frescos perecederos”.
Vuelta a la estabilidad
El escenario general del mercado marca una vuelta a la estabilidad, señala el informe, ya que la moderación en el incremento de los precios impacta en la cesta de la compra y se normaliza el crecimiento de la marca propia que se desacelera y se concentra en las cadenas de surtido corto, mientras que la tendencia de realizar cestas más frecuentes y pequeñas se revierte poco a poco.
El estudio también destaca que los consumidores visitan menos cadenas y vuelven a concentrar sus compras en su cadena principal, lo que conlleva que el 50% de la distribución pierda compradores respecto al año pasado.
En este contexto, el reto de las cadenas es retener al comprador en un entorno más complejo, ya que durante estos últimos años la distribución ha seguido invirtiendo en abrir tiendas, lo que hace que el comprador tenga más opciones que nunca.
Objetivo: retener a los clientes
Por todo ello, poner al comprador en el centro permite a la distribución identificar espacios de crecimiento y aumentar la probabilidad de retener a su cliente. No solo analizando dónde compra fuera de la gran distribución, ya que en comparación con el resto de los países de nuestro entorno el canal tradicional sigue ofreciendo un enorme potencial, sino también “desarrollando momentos de consumo que no asociamos a la distribución como tradicionalmente la conocemos, como es el consumo fuera del hogar”, indica el estudio.
Entre los retos del sector destaca el gran potencial de desarrollo del comercio electrónico, que vuelve a crecer este año y que las “grandes cadenas solo aprovechan de promedio un 14,7% de sus e-shoppers”. Las cadenas también deben incorporar cambios de estrategia teniendo en cuenta que el 45% de la distribución organizada ya está en manos de hogares séniors sin hijos, mientras que las familias con hijos pierden peso.