El motivo por el que el príncipe Harry cobrará 8 millones en su 40 cumpleaños de parte de la madre de Isabel II

La creación del fondo fiduciario, además de proporcionar seguridad financiera a sus descendientes, también tenía la finalidad de ser una herramienta eficiente para evitar el pago de impuestos sobre sucesiones

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El príncipe Enrique llega a
El príncipe Enrique llega a la Catedral de St Paul, en Londres, el 8 de mayo de 2024. (REUTERS/Toby Melville/File Photo)

El Príncipe Harry, también conocido como el Duque de Sussex, se prepara para celebrar su 40 cumpleaños el próximo 15 de septiembre. Según ha podido confirmar The Times, en esta fecha tan significativa podría recibir una gran cantidad de dinero de un fondo fiduciario familiar.

Este fondo fue creado por su bisabuela, la Reina Madre Isabel, madre de Isabel II, en el año 1994. La Reina Madre, quien en ese momento tenía 94 años, destinó aproximadamente 19 millones de libras para legar a sus bisnietos una suma de dinero libre de impuestos. Se estipuló que los beneficiarios recibirían una parte de esta herencia al cumplir los 21 y otra parte al cumplir los 40.

Aunque los detalles específicos del fondo fiduciario no son públicos, se cree que Harry, a diferencia de su hermano Guillermo, podría haber recibido una porción mayor del fondo. La lógica detrás de esta decisión sería que Guillermo, al convertirse en príncipe heredero, recibiría la fortuna del Ducado de Cornualles.

Guillermo y Harry recibieron 6 millones de libras al cumplir 21 años

Stephen Bates, periodista y autor del libro Royalty Inc., mencionó que tanto Guillermo como Harry recibieron 6 millones de libras al cumplir 21 años, y se reservó una suma adicional de 8 millones de libras para ser entregada cuando cada uno cumpliera 40 años. El año pasado, Guillermo alcanzó esta edad y recibió una herencia de 23,6 millones de libras al asumir el título de Príncipe de Gales y Duque de Cornualles.

En total, se esperaba que los bisnietos de la Reina Madre, incluidos los hijos de la Princesa Real (Zara y Peter Philips), las hijas del Duque de York (Beatriz y Eugenia), y los hijos de la Princesa Margarita (el Vizconde Linley y Lady Sarah Chatto), fueran los beneficiarios del fondo fiduciario.

Al fallecer la Reina Madre en 2002, su testamento permaneció en secreto. El Palacio de Buckingham reveló que su patrimonio, compuesto principalmente por los contenidos de sus residencias, fue legado a la Reina Isabel II. Además, la Reina Madre solicitó a la Reina que realizara ciertos legados a su personal, sujetos al impuesto de sucesiones de forma habitual. La Reina decidió que las obras de arte más importantes de su madre se transfirieran a la Colección Real.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Fondo fiduciario para evitar el pago de impuestos sobre sucesiones

Entre las obras de arte de la Reina Madre figuran piezas de Monet, Nash y Carl Fabergé. Algunas de estas obras se exhibieron en una muestra de Tesoros Reales en la Galería de la Reina del Palacio de Buckingham. Por otro lado, su residencia en Birkhall, ubicada en la finca de Balmoral, fue cedida a su nieto Carlos, quien todavía la conserva.

La creación de este fondo fiduciario, además de proporcionar seguridad financiera a sus descendientes, también tenía la finalidad de ser una herramienta eficiente para evitar el pago de impuestos sobre sucesiones. Depositando los fondos siete años antes de su muerte, la Reina Madre logró que una parte de su riqueza pasara a sus bisnietos sin estar sujeta a impuestos.

Un antiguo ayudante del palacio comentó al medio citado sobre la relevancia del fondo. “Era una manera de que la Reina Madre pudiera reservar dinero para sus bisnietos a medida que crecieran, además de ser una transferencia de su patrimonio de manera eficiente en términos fiscales”.

Cabe destacar que, a pesar de su inmensa fortuna, la Reina Madre tuvo episodios de dificultades financieras. En 1999, su cuenta en el banco Coutts presentaba un adelanto transitorio en su cuenta de 4 millones de libras. En una cena, habría comentado en tono casual: “Me vendrían bien 100.000 libras, ¿a ti no? Hoy he pasado una tarde horrible con el director de mi banco regañándome por el descubierto”.

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