El mejor truco para desatascar el fregadero: solo necesitas dos ingredientes, según los expertos

Existe un compuesto casero con el que, en cuestión de minutos, podemos quitar todos los residuos que se han ido acumulando en las tuberías

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Imagen del fregadero de una
Imagen del fregadero de una cocina. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los desagües atascados son uno de los mayores incordios que podemos encontrarnos en las tareas del hogar. Al hecho de que, por ejemplo al limpiar los platos o pegarnos una ducha, el agua no baje, hay que sumarle los sonidos de gorgoteo que nacen de las tuberías, así como los malos olores que pueden emanar de la zona obstruida por la acumulación de residuos.

En situaciones como estas, los expertos recomiendan distintos métodos para proceder. Lo más habitual es contar con un desatascador en casa, que podemos utilizar para solucionar el asunto a corto plazo. Sin embargo, en muchas ocasiones la acumulación es tal que desatascar no resulta suficiente, puesto que los residuos son o de gran tamaño o están bien anclados a las tuberías, impidiendo así el paso del agua.

Es por esto que se suelen usar también algunos disolventes químicos, que deshagan aquello que tapona el desagüe. Estos compuestos son eficaces, pero tienen la contrapartida de que muchas veces su excesiva potencia puede dañar también las propias tuberías y agravar el problema. Esta es la razón por la que la mayoría de expertos se decantan por otro método, también químico, pero al mismo tiempo más ‘natural’.

Desatascar con vinagre y bicarbonato

El bicarbonato de sodio es un elemento muy sencillo de encontrar, ya que se puede adquirir en los supermercados a un precio muy asequible. Se utiliza también para desatascar los inodoros y es un gran aliado para prevenir obstrucciones a mayores. Con la ayuda del vinagre, un ingrediente también presente en todas las cocinas, tenemos lo suficiente para despejar las tuberías de nuestra cocina o nuestro baño.

El primer paso es dejar correr un poco de agua hirviendo para el desagüe. Para ello, podemos usar un calentador o un cazo, de modo que cuando la echemos, las altas temperaturas se encarguen de disolver los restos de materia orgánica más recientes. A continuación, lo que deberíamos hacer es verter una taza de bicarbonato de sodio directamente en el agujero, para lo que podemos ayudarnos de un embudo y así asegurarnos de que llega hasta las tuberías.

Tras haberlo dejado actuar durante unos minutos, procedemos a verter una taza de vinagre blanco y esperar a que la mezcla con el bicarbonato empiece a provocar espuma y sonido de chisporroteo. Si escuchamos este sonido, será un buen indicativo de que, en efecto, nuestro compuesto está acabando con los residuos de la tubería que provocaban la obstrucción. Hay que dejar que la mezcla repose entre 10 y 15 minutos.

Ya casi hemos terminado. El vinagre y el bicarbonato habrán acabado con casi toda la materia orgánica, pero pueden todavía quedar algunos restos sueltos que hay que llevarse echando otra vez agua hirviendo. Cabe decir que, si tras hacer todo esto, vemos que la obstrucción sigue en las cañerías, podemos realizar más veces el proceso, puesto que si se trata de un taponamiento muy grande podría requerir de dos dosis de la mezcla. La mejor forma para comprobarlo es echar agua, a poder ser limpiando algo para no malgastarla, y ver si el desagüe ya traga correctamente.

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