Page y Lambán, los “san Pedro y san Pablo” del PSOE: reciben “las hostias” mientras “el resto está en las catacumbas”

El Comité Federal del PSOE dejó una foto fija, aunque no sorprendente: Emiliano García-Page y Javier Lambán coincidieron por primera vez en mucho tiempo en este cónclave -este último llevaba sin asistir a un comité desde hace dos años y medio, alegando problemas de salud- y lideraron juntos las críticas contra la dirección del partido capitaneada por Pedro Sánchez. Según definen fuentes cercanas a los líderes del partido en Castilla-La Mancha y Aragón, respectivamente, ellos son los “san Pedro y san Pablo” de la formación de la rosa, ya que “reciben las hostias” mientras “el resto, pese a estar de acuerdo, está en las catacumbas”.

El Comité Federal sirvió de antesala del Congreso Federal del partido, que se celebrará en noviembre en Sevilla. También fue el escenario en el que se discutió sobre la financiación autonómica después del acuerdo fiscal entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa. Este asunto ha desatado una oleada de críticas sin precedentes en la era de Pedro Sánchez al frente del partido, ya que los comentarios negativos no solo han salido de las federaciones que lideran Page y Lambán.

Madrid, Castilla y León, Extremadura y Asturias también elevaron el tono en las últimas semanas en contra del pacto por el que la Generalitat de Cataluña asumirá el control total sobre la gestión, recaudación, liquidación e inspección de todos los impuestos generados en su territorio, excluyendo solo aquellos de naturaleza local. Por ello, la Agencia Tributaria de Cataluña será la encargada de todos los tributos para garantizar la “suficiencia financiera y la soberanía fiscal” de la comunidad.

Sin embargo, a pesar de las reticencias expresadas por algunos secretarios generales de estas federaciones antes del cónclave socialista, fuentes cercanas a Page y Lambán destacan la vehemencia con la que ambos barones autonómicos desafiaron a la dirección del partido, a la que acusan de “impedir el debate”, lo que parece “poco inteligente”. En este sentido, estas voces justifican que esta actitud debe ser defendida tanto dentro como fuera de los órganos internos del partido.

“Hay mucha gente que está de acuerdo” con las tesis defendidas por los dos mandatarios, tal como relatan estas fuentes, afeando que secretarios regionales como Juan Lobato (Madrid) o Luis Tudanca (Castilla y León) hubieran rebajado el tono al expresar sus opiniones en el comité. En su defensa, voces de estas federaciones alegan que “cada uno explica las cosas desde su punto de vista”, negando que la cuestión de la financiación genere “malestar” en el partido.

Al margen de que los dirigentes socialistas de País Vasco, Galicia, Baleares, Comunidad Valenciana y Murcia -y, por supuesto, Cataluña- secundaron el pacto fiscal para investir a Salvador Illa, fuentes del PSOE de Aragón cuestionan el “entusiasmo” con el que el secretario general de Andalucía, Juan Espadas, defendió el acuerdo sobre la financiación singular catalana.

En definitiva, estas fuentes echan en falta un debate más vivo de cara a la celebración del Congreso Federal del PSOE, el órgano máximo de decisión del partido, y comparan la actitud de la mayoría de barones socialistas con la mostrada por sus predecesores en la época anterior al liderazgo de Pedro Sánchez. “En vísperas de un Congreso, la gente no se aletargaba, sino que se excitaba con el debate”, recuerdan estas voces con muchos años de militancia y liderazgo socialista a sus espaldas.

Page y Lambán cargaron duramente contra la cúpula del partido también ante los micrófonos. Si el líder de Castilla-La Mancha no reparó en sus críticas a su entrada al Comité Federal, el líder del PSOE de Aragón tampoco se quedó corto a la salida.

El dirigente castellanomanchego fue muy contundente: “No sé si de amnistía o de la Constitución, pero de dinero entiende todo el mundo. Sabemos lo que hay, y no creo que haya muchos tontos que se traguen este cuento”. Con todo, avisó de que el acuerdo con ERC es “más egoísta que socialista”, lo que pone en peligro los valores constitucionales y los principios socialistas.

Por su parte, el expresidente aragonés consideró que la aplicación del modelo de financiación singular en Cataluña sería “la mecha a esa especie de bomba que haría saltar por los aires el país” desde el punto de vista de la solidaridad y la cohesión. “Si a Madrid le diera por hacer eso, el resto de las comunidades autónomas tendríamos que coger pateras e irnos directamente a Mauritania”, avisó. Asimismo, opinó que el pacto fiscal es “inconstitucional de libro”, cuyo cambio de modelo “atenta” contra la Constitución y “una España cohesionada y unida”.

”Sería caminar en la línea de confederalizar al país y esto está en las antípodas de la federalización. Y como aragonés, como ciudadano y como socialista me opongo radicalmente”, alegó, para expresar que, a diferencia de lo defendido por la dirección del PSOE, el acuerdo para Cataluña es contrario a lo que el propio partido pactó en 2013 en la llamada Declaración de Granada, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba era el líder del partido.