El catalizador de un coche es un componente del sistema de escape que tiene como función principal reducir las emisiones contaminantes generadas por el motor. Los motores de combustión interna producen gases nocivos como el monóxido de carbono (CO), los óxidos de nitrógeno (NOx) y los hidrocarburos no quemados (HC), que son perjudiciales tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
El catalizador, situado entre el motor y el silenciador, justo en el sistema de escape, convierte estos gases nocivos en sustancias menos dañinas a través de reacciones químicas, utilizando materiales como el platino, el paladio y el rodio. Estos materiales actúan como catalizadores para acelerar las reacciones químicas, transformando los gases en dióxido de carbono (CO₂), nitrógeno (N₂) y agua (H₂O), que son mucho menos contaminantes.
Precisamente los catalizadores de los coches se han convertido en objetivos frecuentes de robo debido al alto valor de estos metales preciosos. El platino, el paladio y el rodio son extremadamente valiosos en el mercado, y su precio ha aumentado considerablemente en los últimos años. El rodio, en particular, es uno de los metales más caros del mundo, lo que hace que los catalizadores sean muy atractivos para los ladrones.
Los metales preciosos recuperados de los catalizadores robados pueden venderse fácilmente en el mercado negro, donde hay una fuerte demanda debido a su uso industrial, especialmente en la fabricación de nuevos catalizadores. Los catalizadores robados son difíciles de rastrear o identificar, lo que facilita su reventa sin levantar sospechas. Además, el robo es relativamente sencillo, por lo que los delincuentes son capaces de extraer esta pieza en cuestión de minutos.
Reparación y coste
El cambio de un catalizador puede costar entre 250 y 1.000 euros, dependiendo del tipo de vehículo y el modelo del catalizador. Si además necesitas la mano de obra, el coste puede aumentar en 100 a 500 euros adicionales, dependiendo del taller y la complejidad del trabajo.
En cuanto a la reparación, esta es una opción más económica si el daño no es grave. Los precios de reparación oscilan entre 200 y 500 euros, dependiendo de la extensión del daño y las técnicas utilizadas, como la limpieza o la reconstrucción del catalizador. Sin embargo, si el catalizador está demasiado dañado, puede ser necesario reemplazarlo por completo.
Consejos para evitar robos
Existen varias medidas que los propietarios de vehículos pueden tomar para evitar el robo de catalizadores, o al menos, para ponérselo más difícil a los ladrones:
- Aparcar en lugares seguros: Siempre que sea posible, estaciona tu vehículo en garajes cerrados o en zonas bien iluminadas y con cámaras de vigilancia. Los ladrones prefieren actuar en lugares oscuros y poco vigilados.
- Instalar una placa protectora: Existen placas de metal o jaulas de seguridad que se colocan sobre el catalizador, dificultando su extracción. Este tipo de dispositivos actúan como barreras físicas que disuaden a los ladrones.
- Soldadura del catalizador: Una opción es soldar el catalizador al chasis del vehículo, lo que hace que su extracción sea más complicada y lenta.
- Sistemas de alarma: Algunas alarmas de vehículos están diseñadas para activarse si el coche es manipulado o levantado, lo que puede alertar sobre intentos de robo.
- Marcado del catalizador: Grabar el número de identificación del vehículo (VIN) en el catalizador o pintarlo con un color llamativo puede disuadir a los ladrones, ya que sería más difícil de revender en el mercado negro.
- Monitoreo y protección extra: Se pueden instalar sensores de inclinación que detecten si el vehículo es levantado, o contratar seguros que cubran este tipo de robos.