Al aparcar un coche, una de las prácticas más comunes es dejar una marcha metida, especialmente si el vehículo no está estacionado en una superficie completamente plana. Esta práctica, por lo general, tiene varias ventajas relacionadas con la seguridad y la estabilidad del vehículo, ya que actúa como un complemento al freno de mano.
El freno de mano es el sistema principal que evita que el coche se desplace cuando está estacionado, ya que bloquea las ruedas traseras. Sin embargo, este sistema puede presentar fallos si no se encuentra en buen estado o si la inclinación del terreno es considerable. En este sentido, dejar una marcha engranada al aparcar nuestro vehículo, especialmente en terrenos inclinados, proporciona una capa adicional de seguridad. O al menos eso es lo que afirma la teoría.
El mecánico Carles Durán (en TikTok @carlesduran) explica que un video publicado en su perfil que esta práctica también puede convertirse en un arma de doble filo. “Puede ser muy malo si, estando nuestro coche aparcado, viene otro y nos da un golpe”, afirma. El mecánico muestra a continuación uno de los coches de tu taller por la parte de debajo, y explica que el comportamiento de la caja de cambios será distinto con o sin una marcha engranada.
Puede provocar graves daños si otro coche nos choca
“Si nosotros no tenemos una marcha puesta [en el caso de estar aparcados] el movimiento ahí se queda. Estaría girando el diferencial y no mueve la caja de cambios”, explica el mecánico, que añade que, en el momento de poner una marcha, el mismo movimiento sí movería por dentro la caja de cambios.
Durán nos plantea la situación de estar aparcados con una marcha puesta y al darnos un golpe, el coche se desplaza (la rueda se mueve). “Ese movimiento que ha hecho la rueda lo ha transmitido al palier, que a su vez lo ha transmitido a la caja de cambios”, desarrolla. El mecánico explica que un golpe tan brusco “puede provocar daños” en la caja de cambios y por eso sentencia: “No aparquéis con la marcha puesta”.
El freno de mano en los vehículos de caja de cambios automática
El freno de mano es un componente esencial del sistema de frenado del coche, y su mantenimiento adecuado es crucial para garantizar su correcto funcionamiento y evitar posibles fallos. Al activar el freno de mano de palanca en los coches manuales, es importante hacerlo con una fuerza moderada. Tirar de la palanca con demasiada fuerza puede desgastar prematuramente el mecanismo y el cable. Asegúrate de que el freno esté bien colocado, pero sin ejercer una presión innecesaria.
En los vehículos con caja de cambios automática, no es necesario dejar una marcha engranada al aparcar (función ‘Drive’). En su lugar, estos coches cuentan con una posición denominada “P” (Parking), que bloquea mecánicamente las ruedas y evita que el coche se mueva. En este caso, es suficiente con poner el coche en “P” y aplicar el freno de mano como medida de precaución adicional.