Un hombre salva su vida de milagro en una tormenta en Francia: una avalancha de lodo entró por la ventana y le arrastró al exterior

Esta semana ha estado marcada por las tormentas que han causado destrozos en varios puntos del este del país, donde las intensas lluvias pusieron en jaque la seguridad de los vecinos de varias zonas de en zonas de Aragón, Albacete, Murcia y Baleares, donde una personas ha perdido la vida y otra ha desaparecido. La fallecida es una excursionista británica de 26 años que iba con un grupo de cinco personas, que salieron el martes por la ruta del Torrent de Pareis, en la Sierra de la Tramontana de Mallorca.

En Francia, las intensas lluvias que se dieron al este del país a principios de semana también estuvieron a punto de costarle la vida a un hombre. Se trata de un vecino del pueblo de Flavigny, en Meurthe-et-Moselle. Los torrentes de agua y fango que barrieron las calles del municipio arrastraron al hombre de 75 años a su jardín. “Un vecino de la zona incluso fue arrastrado por el alud de lodo que entró en su habitación. Afortunadamente fue rescatado por un vecino: el incidente podría haberse convertido en una tragedia”, ha informado Audrey Bardot, consejera departamental del cantón de Neuves-Maisons, en su cuenta de Facebook.

“El hombre, de 75 años, se encontró en el jardín sin entender que había sido impulsado por la fuerza del agua”, explica Dominique Rousseau, concejal municipal y coordinador del rescate en una entrevista con la cadena France 3 Lorraine, que añade que “fue rescatado por los bomberos, muy conmocionado”. “En el momento del incidente, estaba durmiendo. Fue arrastrado por las aguas y entró por la ventana de la planta baja. Su casa se encuentra en un estado lamentable. Sucedió durante la noche y muy rápidamente, así que es muy difícil reaccionar. El agua de lluvia corría muy fuerte en la rue du Prieuré, bajaba y crecía. El último episodio similar data de 1982 según los habitantes del distrito”, detalla.

Otra tromba de agua sacudió el centro histórico de Roma dejado graves consecuencias materiales, aunque no han tenido que lamentarse daños personales. El martes cayeron en sólo una hora más de 80 mm de lluvia por metro cuadrado, la misma cantidad que en un mes de otoño, además de alcanzarse rachas de viento de 90 kilómetros por hora, según ha informó el Ayuntamiento de la capital, que ha amanecido este miércoles con varias estaciones de metro cerradas por los daños y fragmentos del Arco de Constantino en el suelo tras caerle un rayo durante una tormenta que derribó árboles e inundó calles en la capital italiana donde cundió el pánico por la fuerza con la que caía el agua.

“El suceso que ha golpeado Roma no tiene precedentes, porque ha sido muy potente y se ha concentrado en muy poco tiempo y en algunas zonas de la ciudad, empezando por el centro histórico”, señaló el alcalde, Roberto Gualtieri, tras la reunión convocada la noche del martes con los responsables de la policía local y Protección Civil. Gualtieri explicó que la tormenta, que causó derrumbes y caídas de árboles, obligó a “realizar más de 400 intervenciones con gran rapidez y eficacia para ayudar a los ciudadanos y al tráfico” y los daños se minimizaron “por nuestro plan de adaptación al clima y las numerosas acciones que ha identificado y puesto en marcha” .