La familia real de Noruega vive uno de los peores periodos de su historia al verse de nuevo envuelta en otra polémica. Además de la boda protagonizada por la hija mayor del rey Harald, Marta Luisa de Noruega, con el controvertido chamán estadounidense Durek Verrett, a principios de agosto saltaba la noticia de la denuncia interpuesta por la novia de Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit, por violencia de género durante una pelea en su piso de Oslo.
Los hechos ocurrieron la noche del 4 de agosto, cuando la joven, después de una discusión en la que hubo agresiones físicas y verbales, llamó a la policía para ser atendida. En cuanto las autoridades se personaron en el hogar, dictamiraron que automáticamente debía de ser ingresada en el hospital y finalmente se conoció que la pareja del “príncipe” ha sufrido una conmoción cerebral.
“El fin de semana pasado sucedió algo que nunca debería haber sucedido. Cometí lesiones corporales y destruí objetos de un apartamento en estado de ebriedad con alcohol y cocaína después de una discusión. Tengo varios trastornos mentales, lo que significa que a lo largo de mi crianza y mi vida adulta he tenido y sigo teniendo desafíos. He luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora retomaré este tratamiento y lo tomaré muy en serio”, así lo justificaba Marius Borg en un comunicado publicado horas después de que la revista SE og HØR revelara los hechos.
Sin embargo, el pasado martes la abogada de la joven, Mette Yvonne Larsen, confirmaba a la agencia de noticias noruega NTB que le habían concedido una orden de alejamiento. Según indicó más tarde al periódico noruego Aftenposten, esta tendrá una duración de seis meses; por lo que el hijo de la princesa Mette-Marit estará sin ver a su expareja hasta marzo de 2025.
La decisión del Rey
Esta polémica, sumada a la boda celebrada el pasado fin de semana entre la princesa Marta Luisa y el chamán Durek Verrett, en la cual negaron el acceso a los medios de comunicación nacionales para vender la exclusiva a la revista ¡Hola! Noruega, han provocado una drástica reacción en el rey Harald.
Y es que, el chamán estadounidense nunca ha sido bien haceptado entre la sociedad del país nórdico, ya que en varias ocasiones sus prácticas han sido de lo más cuestionadas. En 2019, publicó el libro Spirit Hacking, en el que defendió varias teorías que la ciudadanía noruega no ha olvidado. Entre ellas, opinó que los niños contraen cáncer porque ellos lo desean y ponía en duda la eficacia de la quimioterapia, indicando que solo se utilizaba para que los médicos ganaran dinero.
Además, confesó que es “una especie híbrida de reptil y Andrómeda”, y que “resucitó” cuando tenía 27 años. Por estas cuestiones, entre las que también se encuentra “su capacidad para rejuvenecer a las personas gracias a su poder para convertir átomos”, medios noruegos como Dagbladet calificaron el libro como “delirios de un lunático”. Y Verdens Gang, el periódico más leído del país, declaró que se trataban de “tonterías, basura y palabras sucias”.
De esta manera, el Rey ha tomado una contundente decisión que ya se puede apreciar en la web oficial de la Casa Real de Noruega. Dentro de sus miembros, ha habido una clara distinción entre algunos de ellos, ya que Marius Borg desaparece por completo de la lista y de Durek Verrett nada parece indicar que vaya a ser incluido.
“La Casa Real de Noruega pertenece a la Casa de Glücksburg. Los miembros de la Casa Real de Noruega son Sus Majestades el Rey Harald y la Reina Sonja y Sus Altezas Reales el Príncipe Heredero Haakon, la Princesa Heredera Mette-Marit y la Princesa Ingrid Alexandra”, indica la web. Dictaminando así, que solo estos miembros son considerados a partir de ahora como los representantes de la Casa Real Noruega.
Y es que, entra en juego un nuevo apartado de “otra realeza” que describen como “además de los miembros de la Casa Real, SA el Príncipe Sverre Magnus, SA la Princesa Märtha Louise y SA la Princesa Astrid también ostentan títulos reales”. Por lo tanto, Marius Borg, el hijo que tuvo como madre soltera Mette-Marit y que el príncipe heredero Haakon Magnus aceptó como hijo pero sin privilegios reales, se desvanece de la Casa Real de Noruega.