A la hora de comprar un coche siempre hay que tomar esta gran decisión: ¿De primera o de segunda mano? Si se opta por la primera, los concesionarios recuerdan que la principal ventaja es que un coche nuevo no tiene averías ocultas que podría tener uno de segunda mano, ni la necesidad de acometer las ITV correspondientes a la edad del vehículo. Además, los nuevos modelos son menos contaminantes, dado que ya estarían adaptados a la normativa de la Unión Europa de bajas emisiones.
Por otro lado, la principal ventaja de adquirir un coche de segunda mano es el dinero. El nuevo propietario no tendrá que asumir la depreciación que afecta al vehículo desde que lo compró su primer dueño. Esta pérdida de valor, así como los posibles defectos o averías, ya estarían incluidos en el precio del automóvil.
Un informe del concesionario Faconauto, correspondiente a 2023, determinó que los españoles solemos optar por la segunda opción: por cada turismo nuevo se vendieron dos de segunda mano.
Podemos definir la compraventa de un coche como el proceso legal mediante el cual una persona o entidad, el vendedor, transfiere la propiedad de un vehículo a otra persona, el comprador, a cambio de una cantidad de dinero previamente acordada. Una de las contras de esta práctica es que, aunque hayamos comprado el coche, aún quedará un tedioso papeleo.
Obligado a cambiar de titular
El procedimiento comienza con la firma de un contrato de compraventa entre el vendedor y el comprador. Este documento debe contener los datos personales completos del comprador y el vendedor (nombre, apellidos, DNI/NIE), la información del vehículo (marca, modelo, matrícula, número de bastidor), el precio de la transacción, la fecha de la venta y la firma de ambas partes.
Para asegurarte realizar la transacción de la manera más sencilla y segura posible, la DGT recuerda que tras la firma del contrato de compraventa, estás obligado a realizar el cambio de titularidad del vehículo en un plazo de 30 días. Tráfico adelanta que puede ser tramitado tanto de manera online (en la página web con ayuda del asistente virtual), como presencial, en las oficinas o jefaturas de la DGT. También advierte que un vehículo en situación de baja temporal, sin los impuestos locales al día o con multas pendientes no puede ser transferido.
Los gastos desglosados
El coste de la transferencia de titularidad varía según diferentes factores. En general, incluye los siguientes gastos:
- Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP): Este impuesto varía según la comunidad autónoma y se calcula sobre el valor del vehículo. Generalmente, es un porcentaje del precio de venta del coche de segunda mano, que suele rondar entre el 4% y el 8%.
- Tasas de la DGT (Dirección General de Tráfico): La tasa de la DGT para cambiar el titular de un coche es fija y actualmente es de 55,15 euros (en 2024). Esta tarifa se aplica a cualquier tipo de vehículo, salvo las motocicletas y ciclomotores, que tienen una tasa reducida de 27,57 euros.
- Gestoría (opcional): Si se utiliza una gestoría para realizar el trámite, los honorarios de gestión pueden oscilar entre 100 y 150 euros, aunque no es obligatorio recurrir a estos servicios.
- Informe de Tráfico: Puedes solicitar un informe a la DGT para verificar que el vehículo no tenga cargas pendientes, lo que cuesta aproximadamente 8,67 euros.
En resumen, el coste total para cambiar de nombre un coche puede variar entre aproximadamente 150 y 300 euros, dependiendo del valor del vehículo, la comunidad autónoma y si se contratan servicios adicionales.