La expectativa de que los pisos subirán más en Madrid recalienta el mercado y dispara los precios el doble que en Barcelona

El coste de la vivienda se encarece en agosto un 29,93% en la capital frente al 14% en la Ciudad Condal, donde el metro cuadrado es 946 euros más barato

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Vista aérea de la Gran Vía de Madrid. REUTERS/Guillermo Martinez
Vista aérea de la Gran Vía de Madrid. REUTERS/Guillermo Martinez

El precio de la vivienda no pisa el freno en España, al revés, se acelera mes a mes. En agosto subió un 14,42% de media en el país respecto al mismo mes del año pasado, hasta situar el precio del metro cuadrado en los 2.384 euros. Ello hace que una casa de 90 metros tenga un coste medio de 214.560 euros.

Este encarecimiento “es generalizado en todo el país”, señala Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, y reconoce que aunque “en plazas consolidadas es más intenso, apenas hay municipios que escapen de la tendencia al alza”.

Las últimas subidas hacen que el precio medio resulte hasta ‘barato’ comparado con el que se paga en las grandes capitales, donde se ha disparado a niveles no vistos hasta ahora. Así, en Madrid capital subió en agosto un 29,93%, el doble que en Barcelona, con un 14%, según datos de pisos.com.

Esta remontada situó el precio del metro cuadrado en la capital en los 6.104 euros, 946 euros más de lo que se paga la Ciudad Condal, que en agosto alcanzó los 5.158 euros. Este incremento ha colocado a ambas ciudades entre las tres más caras del país, por detrás de San Sebastián que lidera el ranking con 6.483 euros el metro cuadrado.

Con las cifras de agosto, comprar una vivienda de 90 metros cuadros en Madrid costaría de media 549.360 euros, mientras que hacerlo en Barcelona alcanzaría los 464.220 euros, lo que supone 85.140 euros menos.

La “anomalía” de Madrid

Lo que está ocurriendo con el coste de la vivienda en Madrid es un “caso aparte, una anomalía”, reconoce Ferran Font a Infobae España. Atribuye el encarecimiento acelerado del 30% de los pisos al desequilibrio entre la oferta, que ha menguado, y la demanda, que ha aumentado. Pero, sobre todo, y es lo que la diferencia de otras capitales, “a las elevadas expectativas que tienen los vendedores de vivienda al poner a la venta sus pisos. Creen que los precios seguirán subiendo acelerando su revalorización, lo que recalienta el mercado y sube los precios el doble que en Barcelona”, argumenta Font.

Y lo más preocupante para los futuros compradores es que los propietarios pueden tener razón. Font prevé que la vivienda seguirá encareciéndose en Madrid, pero no a unos porcentajes tan elevados como los de agosto, debido a la alta demanda, la escasa oferta y al tipo de comprador, “principalmente extranjeros procedentes de Latinoamérica, lo que revaloriza los pisos del centro de Madrid”.

Según fuentes del Colegio de Registradores, la demanda extranjera de vivienda alcanzó en el segundo trimestre del año el 14,8% de las compraventas, aumentando 0,6 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior, y superando “ampliamente” los porcentajes habituales desde 2014, que se situaban por encima del 12%.

El apetito de los extranjeros por la vivienda española dispara los precios en las ciudades donde se concentra su demanda.

Los altos precios merman las compras

Otra de las consecuencias de los precios al alza es que reducen las opciones de los compradores, que ven como la bajada de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo y la consiguiente rebaja de las hipotecas queda sin efecto, indica Font. Para quien “a pesar de pagar menos intereses, la importante revalorización que está experimentando el mercado residencial anula el impacto de un préstamo más atractivo”.

Para facilitar el acceso a la vivienda, Font considera que “el dinamismo de la obra nueva debe volver”, ya que “la oferta actual no puede soportar la presión de la demanda, avivada por los flujos migratorios y los no residentes”.

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