Una historia conmovedora y llena de esperanza surgió en la isla de Arranmore, en el condado de Donegal, Irlanda, cuando Mali, un perro de montaña bernesa, fue encontrada vivo más de dos semanas después de su desaparición. Mali, que se había escapado de sus dueños cerca del faro de la isla, fue localizado el pasado sábado por la tarde en una estrecha cornisa a mitad de un acantilado, donde aparentemente había sobrevivido bebiendo agua de lluvia.
Mali, de casi dos años, se perdió el 16 de agosto mientras paseaba con su familia cerca del faro de Arranmore. Sus dueños, y su familia, originarios de Trier, Alemania, estaban disfrutando de unas vacaciones en Irlanda cuando la tragedia ocurrió. La desaparición de Mali desencadenó una intensa búsqueda por parte de los isleños, quienes recorrieron la isla durante días sin éxito. Temían que el perro hubiera caído desde los imponentes acantilados cercanos al faro y, después de varios días sin noticias, comenzaron a perder la esperanza.
Sarah, que había estado compartiendo actualizaciones sobre la búsqueda en redes sociales, finalmente asumió lo peor. “Pensé que si se hubiera caído por el precipicio, si estaba muerta, esperaba que hubiera sido rápido y que no hubiera sufrido”, comentó en declaraciones recogidas por Irish Times.
Rescatado por un pescador tras días perdido
Sin embargo, el sábado por la tarde, cuando todo parecía perdido, un rayo de esperanza apareció de manera inesperada. El pescador John Paul Baska estaba en su barco cerca del faro de Arranmore cuando uno de sus compañeros mencionó haber escuchado un ladrido. Finalmente, el hombre descubrió a Mali atrapado en una cornisa a mitad del acantilado. El perro estaba de pie y su correa enganchada en la pared rocosa, lo que la había mantenido en esa peligrosa posición, pero también evitado que cayera al vacío.
Inmediatamente, John Paul contactó a la estación de guardacostas de Glenn Head, que coordinó el rescate con el bote salvavidas. La operación fue delicada, pero finalmente lograron sacar a Mali del acantilado. En el muelle, Sarah y su familia estaban esperando, llenos de emoción y alivio al ver a su querido perro vivo. “Estamos abrumados. Ya le había dejado ir. Es alucinante que esté viva después de tanto tiempo”, dijo Sarah, aún incrédula por el milagroso rescate. Mali, a pesar de su odisea, estaba en buena forma, sin fiebre y con un apetito que ahora la familia intenta regular tras tantos días sin comer. Sarah también mencionó que los últimos días de buen tiempo probablemente facilitaron que Mali fuera vista desde el mar, aumentando sus posibilidades de ser rescatado.
El regreso de Mali fue un evento emotivo para toda la comunidad. John Paul comentó que hubo lágrimas y una gran cantidad de personas locales que se acercaron al muelle para ver al perro. “Estaba tan feliz de ser rescatado”, concluyó Sarah, mientras se prepara para regresar a Alemania con su familia, llevando consigo la gratitud por el rescate y el alivio de tener a Mali de vuelta, sana y salva.