Estar solo en casa puede ser algo normal, pero hay mucha gente que lo vive con cierto temor, sobre todo cuando llega la noche. Es por eso que, de una forma más o menos racional, adquirimos ciertos hábitos para sentirnos más seguros, como dejar más luces encendidas de lo habitual o escondernos bajo las sábanas llegada la hora de dormir.
Otro de los hábitos más extendidos tiene que ver con la puerta del piso. Y es que es muy frecuente encontrarte a gente que dejaba echada la llave por dentro, como si ello impidiera al resto colarse en el domicilio, creyendo que de alguna forma se tapona el espacio que necesitaría la llave del ladrón para entrar en la casa.
Sobre esta costumbre ha querido averiguar más la empresa El Panda Inversor, que a través de su cuenta de TikTok, @elpandainversor, ha entrevistado a Samuel Prieto, presentado como parte del portal de cursos policiales NETPOL. “¿Qué pasa si dejo la llave echada y me voy a dormir porque siento que así estoy más segura”, le preguntan en la entrevista, algo a lo que Prieto responde contundentemente.
“No aporta más seguridad”, asegura. “De hecho, puede ser incluso contraproducente”. Así, en muchos países de Europa esta costumbre, asegura el experto, está prohibida. “El bombín -la parte de la cerradura en la que introducimos la llave- de embrague simple, que si yo dejo la llave puesta por dentro y girada, no puedo abrir desde fuera, no está permitido”, explica Prieto, que termina: “De hecho, en la última norma de fabricación de bombines se hablaba de que también lo iban a prohibir”.
“Puede acabar siendo peligroso”
La razón por la que Prieto se muestra tan convencido de su postura nos la explican también desde la empresa de cerrajería A-Cero Correspondencia. “Dejar la llave no implica más seguridad”. insisten en un artículo de su página web. “Existen modelos de cerradura en las que la entrada de llave exterior y la interior no están conectadas. Por lo tanto, dejar la llave puesta no implica que consigamos un bloqueo que impida que la manipulen y puedan abrir. Incluso hay casos en que las cerraduras son más fáciles de abrir para el ladrón con las llaves puestas por dentro”.
Otro efecto posible es que el embrague de la cerradura, una pieza “pequeña y delicada de por sí”, se pueda acabar rompiendo. “Todo el rato estamos utilizando el mecanismo, lo tenemos activado y estamos forzando piezas y muelles, a la larga o a la corta provocaremos que se desgasten más rápidamente y que la vida de la cerradura o el bombín sea menor”.
Por ello, la única cerradura en la que se podría colocar la llave por dentro durante la noche sería la que tuviera un doble embrague, es decir, piezas en interior y exterior del bombín divididas que hagan que las llaves de salida y entrada no intervinieran entre ellas. “Hay bombines que ya lo incluyen de fábrica, otros que no tienen posibilidad de ponerlo y por último otros a los que se les puede incluir si lo pedimos expresamente”.
Además, está también el hecho de que en cualquier momento es posible salir de casa y dejarse las llaves por dentro, algo que puede resultar muy fastidioso para quienes habitan en ella y traten de entrar. Por ello, desde A-Cero Cerrajería insisten: “Nunca es mejor dejar la llave puesta, es una costumbre que no nos aportará ningún beneficio y nos puede dar graves disgustos”.