Qué pasa con tu pensión no contributiva si aceptas una herencia

Recibir una herencia puede ser un evento significativo en la vida de cualquier persona, pero también puede tener implicaciones importantes en cuanto a la pensión no contributiva. Esta prestación está destinada a aquellos que, por su situación económica, no cuentan con ingresos suficientes para mantenerse por sí mismos, y recibir una herencia podría alterar ese equilibrio. Antes de abordar las implicaciones de una herencia, es importante entender qué es una pensión no contributiva.

Este tipo de prestación, dirigida a personas que no han cotizado lo suficiente al sistema de Seguridad Social para acceder a una pensión contributiva, o que no han cotizado en absoluto, se otorga a quienes no tienen recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, garantizando un ingreso mínimo para su subsistencia. Uno de los requisitos fundamentales para acceder a una pensión no contributiva es, precisamente, la carencia de rentas. Según el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), para el año 2022, el límite de ingresos para una persona que viva sola es de 5.899,60 euros anuales. Si una persona supera este límite, perderá el derecho a la pensión.

Recibir una herencia puede cambiar la situación económica de una persona, y esto es especialmente relevante para aquellos que perciben una pensión no contributiva. Si la suma de la herencia, junto con otros ingresos, supera el límite de ingresos establecido, la persona beneficiaria podría perder el derecho a seguir recibiendo la pensión. Los límites de ingresos no son los mismos para todos. Varían dependiendo de la situación familiar del beneficiario. Por ejemplo, si el beneficiario vive con un cónyuge o familiares de segundo grado (como padres, hijos, o hermanos), los límites de ingresos aumentan. Para 2022, estos son los límites según el número de convivientes:

• Con dos convivientes: 10.029,32 euros anuales.
• Con tres convivientes: 14.159,04 euros anuales.
• Con cuatro convivientes: 18.288,76 euros anuales.

En el caso de convivir con parientes consanguíneos como padres o hijos, los límites son aún más elevados:

• Con dos convivientes: 25.073,30 euros anuales.
• Con tres convivientes: 35.397,60 euros anuales.
• Con cuatro convivientes: 45.721,90 euros anuales.

Por lo tanto, si la herencia que recibes, sumada a tus otros ingresos, supera estos límites, podrías perder la pensión no contributiva. Sin embargo, si tus ingresos siguen siendo inferiores a estos límites, no perderás la pensión.

Es crucial tener en cuenta que, si recibes una herencia, tienes la obligación de comunicar este cambio en tu situación económica a la Seguridad Social. Según la normativa vigente, dispones de un plazo de 30 días desde que aceptas la herencia para informar de este hecho. Esta comunicación es esencial para que la Seguridad Social pueda reevaluar tu situación y determinar si sigues cumpliendo los requisitos para recibir la pensión.

No cumplir con esta obligación puede tener consecuencias graves. Si no informas a la Seguridad Social de tu nueva situación económica, se procederá a la suspensión del pago mensual de la pensión no contributiva. Además, estarás obligado a devolver todas las cantidades de la pensión que hayas percibido desde el momento en que recibiste la herencia. Esto podría implicar una deuda significativa, por lo que es fundamental actuar con prontitud y transparencia.

Si tras recibir una herencia pierdes el derecho a la pensión no contributiva, es importante explorar otras opciones de apoyo social. Dependiendo de la cuantía de la herencia y de tus necesidades económicas, podrías no necesitar más asistencia, pero en caso contrario, podrías tener derecho a otras ayudas sociales o a diferentes formas de asistencia económica.