Qué hay que hacer para llegar al Poder Judicial en España

La magistrada del Tribunal Supremo Isabel Perelló será la primera presidenta de la historia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Supremo. Así lo ha decidido este martes el Pleno del CGPJ, que ha votado su candidatura con 16 votos a favor frente a los 4 de la también progresista Ana Ferrer. Su nombre ha conseguido reunir los tres quintos que exige la Ley Orgánica del Poder Judicial y llega tras casi cinco años y medio del mandato caducado, hasta que finalmente el pasado junio el PSOE y el PP acordaron renovar este órgano.

Perelló es miembro de la Carrera Judicial desde 1985, ha ocupado destinos en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Mahón (Menorca) y en la Audiencia Provincial de Barcelona. Además, desde 1991 es especialista en asuntos de lo Contencioso-Administrativo. Pero, ¿qué hay que hacer para llegar al Poder Judicial en España?

Para acceder a la carrera judicial en la categoría de Magistrado o Magistrada los juristas deben contar con una experiencia profesional de más de diez años y que hayan demostrado ser reconocidos en su campo. Además, deben de haber superado un concurso y un curso de formación en la Escuela Judicial, según explica la página web del Poder Judicial.

La primera fase del proceso es un concurso de méritos, donde se evalúan una serie de criterios previamente establecidos en la convocatoria. Entre los méritos valorados se encuentran:

• Título de Licenciado/a en Derecho y el expediente académico.
• Título de Doctor/a en Derecho.
• Años de ejercicio efectivo de la abogacía.
• Experiencia académica como Catedrático/a o Profesor/a Titular.
• Años de servicio en otros cuerpos de las Administraciones Públicas relacionados con el Derecho.
• Publicaciones científico-jurídicas, ponencias en congresos y la realización de cursos de especialización jurídica.
• Haber aprobado alguno de los ejercicios que integren las pruebas de acceso por el turno libre a la carrera judicial.

Esta evaluación es esencial para determinar la idoneidad del candidato y su capacidad para asumir responsabilidades judiciales.

En la segunda fase, los candidatos deben elaborar un dictamen sobre un caso práctico. Esta prueba permite al tribunal calificador valorar la aptitud del candidato para analizar, interpretar y aplicar el Derecho en situaciones concretas.

Finalmente, los candidatos pasan por una entrevista con el tribunal calificador, que tiene una duración máxima de una hora. Durante esta entrevista, se discuten los méritos presentados y se evalúa la solidez del currículo profesional del candidato. La finalidad de esta fase es confirmar la realidad de la formación jurídica alegada y la capacidad para desempeñarse en la Carrera Judicial, más allá de los conocimientos teóricos.

Los candidatos que superan el concurso deben completar un curso de formación en la Escuela Judicial. Este curso tiene una duración aproximada de 12 semanas y se divide en dos fases: una teórico-práctica en la sede de la Escuela Judicial en Barcelona, y otra de prácticas tuteladas en órganos judiciales. Esta formación es esencial para preparar a los futuros magistrados, brindándoles las herramientas necesarias para ejercer con competencia y profesionalismo.