El gigantismo es una enfermedad poco frecuente, pero que sucede cada tres casos por millón de personas al año. El origen de esta anomalía es un exceso de la hormona del crecimiento (GH por sus siglas en inglés) durante la niñez.
Anna Bates, originaria de Nueva Escocia, Canadá, fue una figura notable por su altura excepcional. Nacida en 1846, llegó a medir 2,413 metros, convirtiéndose en una de las mujeres más altas de la historia. Su esposo, Martin van Buren Bates, conocido por medir 2,362 m, también destacó por su estatura. Juntos, alcanzaron el título de la pareja casada más alta del mundo, con una altura combinada de 4,775 m.
La vida de Anna fue muy difícil debido a su tamaño. Al nacer, pesaba aproximadamente 8 kg, y ya a la edad de 4 años medía 1,37 m, superando con creces a sus compañeros de la misma edad. Dos años después, a sus 6 años, con 1 metro y 65 centímetros de altura, era más alta que su madre, según Ouest France. Para los 17 años, había alcanzado su estatura final, que la convertiría en la adolescente más alta documentada.
La relación entre Anna y Martin
Anna conoció al que fue su marido mientras trabajaba en el mundo de los espectáculos, donde su estatura era la mayor atracción. La mujer más alta del mundo trabajó con el infame showman estadounidense PT Barnum, mundialmente conocido después de la película que interpretó Hugh Jackman en El gran showman.
Igualmente, Anna llegó a vivir en el Museo Americano de Nueva York durante un tiempo. En ese tiempo, sufrió de primera mano el incendio de 1865, donde quedó atrapada por su gran tamaño. Sin embargo, a pesar de no haber podido escapar por la ventana como el resto de sus compañeros, afortunadamente salió con vida. Después de conocerse, Martin se unió al grupo de PT Barnum y juntos dieron la vuelta al mundo con diferentes compañías y se dieron a conocer como “La pareja más alta del mundo”.
El sueño de Anna
Con los años, Anna y Martin buscaron formar una familia. Esperaban a su primera hija en 1872, un año después de casarse. No obstante, la pequeña murió al nacer, aumentando la tragedia que el matrimonio soportaba con los años. Años más tardes, Anna volvió a quedarse embarazada. El 19 de enero de 1879, en Seville, Ohio, nació el pequeño conocido como “Babe”.
El bebé batió dos récords mundiales que se mantienen a día de hoy. Según Guinness World Records, fue el bebé más largo y pesado al nacer, con unas medidas de 71,12 cm de altura y 9,98 kg de peso, cifras muy superiores a los estándares promedio para recién nacidos. Su padre, Martin van Buren Bates, describió al niño como “perfecto en todos los aspectos”. Además, confesó que “al nacer parecía un niño normal de seis meses”.
Desafortunadamente, el nacimiento se volvió también un drama para el matrimonio. Y es que a pesar de todas las complicaciones que hubo en el parto, especialmente por las condiciones de la época, el pequeño no sobrevivió más de 11 horas después de nacer. La madre, Anna, sobrevivió al parto, pero no pudo tener más hijos.