La lucha de un camionero por la incapacidad permanente: cobró la pensión, la perdió tras una revisión y un juez se la vuelve a dar

La incapacidad permanente es un estado en el que un trabajador, tras haber sido tratado médicamente y haber agotado las posibilidades de recuperación, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves

Guardar
Conductor de camión (Freepik)
Conductor de camión (Freepik)

La incapacidad permanente es la situación en la que un trabajador, debido a una enfermedad o accidente, ve mermadas sus capacidades físicas o mentales de manera que le impiden realizar su trabajo habitual o cualquier otro tipo de actividad profesional. La determinación de esta ayuda la realiza el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), que tiene que tener en cuenta diferentes factores para decidir si concederla o no.

En un caso reciente un conductor de camión ha tenido que luchar por conseguir mantener su incapacidad permanente total, en la que el trabajador pierde la capacidad de realizar las tareas fundamentales de su profesión habitual de manera definitiva. Sin embargo, a diferencia de la incapacidad permanente absoluta, esta condición no impide al trabajador realizar otras actividades laborales distintas a su profesión habitual.

Al afectado le habían diagnosticado múltiples afecciones, como lumbalgia, estenosis de canal lumbar y radiculopatía moderada-severa, que le imposibilitan realizar las tareas inherentes a su profesión. Además, se le identificaron problemas articulares y de columna, así como complicaciones postquirúrgicas que contribuyen a su incapacidad para mantener posturas fijas, una condición crítica para alguien que pasa la mayor parte del tiempo sentado al volante.

Por esta razón el INSS le reconoció inicialmente una incapacidad permanente total, otorgándole el derecho a percibir una prestación económica. Sin embargo, como ocurre en muchos casos, la situación médica del trabajador fue objeto de una revisión periódica para evaluar si las condiciones que justificaron la incapacidad habían cambiado.

La revisión del INSS

La Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) inició un procedimiento de revisión de su incapacidad permanente total, casi dos años después de haberle concedido esta condición. Durante esta revisión, se evaluó nuevamente su estado de salud, utilizando tanto informes médicos recientes como un análisis detallado de su historial clínico.

El informe resultante del equipo de valoración del INSS concluyó que el trabajador había experimentado una mejoría en su condición médica, lo que llevó a la decisión de revocar su incapacidad permanente total. Según este informe, las afecciones del conductor no habían empeorado significativamente y, en algunos aspectos, habían mostrado mejoría. Como resultado, se determinó que estas condiciones ya no eran lo suficientemente graves como para justificar la continuación de la incapacidad permanente total, y se procedió a dar de baja al trabajador de la pensión que venía percibiendo.

La decisión de los tribunales

Sin embargo, esta decisión del INSS fue impugnada por el trabajador, quien consideraba que sus limitaciones físicas persistían y le impedían continuar desempeñando su trabajo habitual de manera efectiva. El caso fue llevado a los tribunales, donde el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha evaluado la validez de la revisión realizada por el INSS.

El tribunal ha concluido que, a pesar de la evaluación del INSS, el trabajador seguía presentando limitaciones significativas para realizar su profesión habitual. Se determinó que, aunque pudo haber alguna mejoría en ciertas áreas, estas no eran suficientes para anular la incapacidad permanente total, ya que el trabajador aún no podía mantener posturas fijas durante largos periodos, una exigencia clave para su rol como conductor de camión.

Por lo tanto, el tribunal ha decidido desestimar el recurso del INSS y ha ratificado la incapacidad permanente total del trabajador, garantizándole la continuación de la prestación económica correspondiente.

Guardar