España, entre los países europeos con menor inserción laboral para jóvenes recién graduados

Un estudio de Eurostat analiza la tasa de empleo de personas entre 20 y 34 años que han completado sus estudios recientemente indica que solo el 78,7% de los jóvenes españoles logra encontrar empleo en ese periodo

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Una persona saliendo de una oficina de empleo (Gustavo Valiente / Europa Press)
Una persona saliendo de una oficina de empleo (Gustavo Valiente / Europa Press)

Los jóvenes españoles enfrentan más dificultades para ingresar al mercado laboral en comparación con el resto de países europeos, según los datos publicados por el Eurostat. El estudio, que analiza la tasa de empleo de personas entre 20 y 34 años que han completado sus estudios hace entre uno y tres años, revela que solo el 78,7% de los jóvenes españoles logra encontrar empleo en ese periodo, una cifra que sitúa a España en la vigesimoséptima posición de 33 países evaluados.

La situación empeora considerablemente para aquellos que finalizan sus estudios con bachillerato o grados medios. Solo un 64,2% de estos jóvenes encuentra empleo, colocándose entre los registros más bajos de toda la Unión Europea. Este dato es significativamente inferior al promedio europeo, que se sitúa en el 78,1%. España solo supera a Italia, que registra un 59,7% de inserción laboral en este grupo.

Por otro lado, quienes obtienen grados universitarios o estudios superiores enfrentan mejores perspectivas laborales. En este segmento, el 83,1% de los jóvenes logra un empleo, un incremento leve respecto al año anterior, aunque sigue por debajo de la media de la UE, que es del 87,7%. Este hecho posiciona a España como uno de los últimos países en cuanto a empleabilidad de graduados superiores, con solo seis países europeos presentando peores cifras.

Tendencia negativa y comparación con Europa

A pesar de que la mayoría de los países europeos han mejorado sus cifras de empleo juvenil en el último año, España muestra un leve retroceso en comparación con 2022. Esto contrasta con la tendencia positiva observada en otros países del sur de Europa que históricamente han tenido dificultades similares, como Grecia y Rumanía, donde se registran mejoras significativas.

Históricamente, el peor registro para España en términos de empleo juvenil se dio en 2013, en plena crisis económica, cuando solo el 59,9% de los jóvenes recién graduados lograban insertarse en el mercado laboral. Aunque la situación ha mejorado desde entonces, los datos actuales aún están lejos de los niveles alcanzados antes de la crisis, en 2007, cuando el 89% de los jóvenes conseguía empleo tras finalizar sus estudios, superando incluso la media europea de ese entonces.

Contexto y perspectivas de futuro

El difícil acceso al mercado laboral para los jóvenes en España está estrechamente vinculado a la alta tasa de desempleo que el país ha registrado en los últimos años. A pesar de una notable reducción en la tasa de paro global, que ahora se sitúa en el 11,5%, España sigue duplicando la media de la Unión Europea, que es del 6%. La situación es aún más crítica entre los jóvenes menores de 25 años, donde la tasa de desempleo asciende al 25,9%, la más alta de los países europeos.

Estos desafíos evidencian la necesidad de políticas públicas más efectivas para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, especialmente aquellos que no cuentan con estudios universitarios. La falta de oportunidades laborales para este grupo no solo afecta su desarrollo profesional, sino que también tiene un impacto significativo en la economía del país, perpetuando ciclos de precariedad y desempleo.

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