El infierno de unos inquilinos: el nuevo propietario del edificio ha empezado las obras sin esperar a que acabe su contrato de alquiler

Una pareja está siendo hostigada en su casa de Niza, en la que no hay luz ni agua, después de que su edificio fuese vendido a una compañía que ya ha empezado la reconstrucción

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Grúas en un solar en construcción en Niza, Francia, a 11 de mayo de 2023. (REUTERS/Eric Gaillard)
Grúas en un solar en construcción en Niza, Francia, a 11 de mayo de 2023. (REUTERS/Eric Gaillard)

El problema de la vivienda y el alquiler inasumible que asola a los españoles, que cada vez tienen que invertir un porcentaje más alto de su sueldo en pagar a los caseros, no es exclusivo de España. El diario francés nice-matin ha recogido la historia de una pareja que está siendo hostigada en su casa después de que su edificio fuese vendido a Centrum Box, una compañía especializada en el alquiler de trasteros.

La habitación amueblada de 16 metros cuadrados” que la pareja alquila por 450 euros al mes está en un edificio en ruinas de la rue de París, en pleno centro de Niza. Allí viven -o sobreviven- Birama Diawara, que ha pasado allí los últimos treinta años de su vida, y Soukey, que se unió a él en el 2016.

El anterior propietario vendió el edificio a una nueva compañía, que ya ha empezado las obras que afectan a casi toda la construcción, pero la pareja no está obligada a abandonar su casa hasta el 31 de enero de 2025. Aún así, Centrum Box no ha esperado para comenzar la obra. Nada más comprarlo, colocó una nota en las puertas: “El 26 de julio a las 9 de la mañana se producirá mucho ruido y suciedad por el trabajo. Le pedimos que abandone el edificio lo antes posible, antes de la fecha indicada”.

Y así ha sido. Las obras y el ruido forman parte del día a día de la pareja que se negó a irse, a pesar de que el agua y la electricidad estaban cortadas y los baños al final del pasillo destruidos. Las condiciones de vida son pésimas. Cuentan que la basura que genera la remodelación del edificio convive con ellos, que tampoco pueden almacenar comida y alimentos, ni mantener la casa a una temperatura adecuada. “Soy asmático y mi pareja, diabética. Lo que nos están haciendo pasar es acoso. Pero no cederemos a su toma de poder”, declara Birama Diawara ante el medio francés.

La incómoda situación tomó un cariz aún más oscuro un día que se vieron amenazados: “Una mañana, deben haber sido las 8:30 a.m., todavía estábamos en la cama”, dice el hombre de 71 años. Los trabajadores comenzaron a perforar al otro lado del tabique. Cuando les pedimos que se detuvieran, tomaron un mazo, nos amenazaron con él e hicieron un gran agujero en la pared”. Fue a raíz de este episodio que, el 14 de agosto, se presentaron una denuncia por “daños o deterioro de bienes ajenos” y “allanamiento de morada”.

El precio de las habitaciones en alquiler se dispara hasta los 645 euros de media tras subir un 30% en diez años.

“Rechazan todas nuestras propuestas”

Al ser preguntado por el diario local, el nuevo propietario, Vladimir Cerepita, director de Centrum Box, asumió la responsabilidad de la situación. “En primer lugar. No fuimos nosotros los que cortamos el agua y la luz. Fue el antiguo propietario quien, al vender su propiedad, rescindió sus contratos. Entonces, esta pareja rechaza todas nuestras propuestas”, asegura. Y explica: “Querían ser realojados. Así que les ofrecimos un estudio en el 2º piso del mismo edificio, con más comodidad, agua, luz. Pero no quieren irse. Luego reclamaron seis meses de alquiler; Les ofrecieron pagarles seis meses por adelantado, pero finalmente se negaron. Vengo a verlos cada dos días para proponerles algo, pero la historia cambia cada día. Y ahora nos piden 10.000 euros para irse”.

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