Detenido tras abandonar a su hijo de 3 años en la puerta de una comisaría en Gipuzkoa

No es casualidad que una de las frases que más se suele decir cuando se refiere a los más cercanos es : “La familia no se puede elegir”. Para bien o para mal es la que nos toca, y si es para bien, nos acompañará durante el resto de nuestra vida, tanto en las buenas como en las malas.

No obstante, a veces sucede lo impensable. Es lo que a ocurrido en Bergara (Gipuzkoa). Un hombre de 39 años de edad ha sido detenido tras abandonar a su hijo de 3 años delante de la comisaría de la Ertzaintza con una maleta, ha informado este domingo el Departamento de Seguridad.

El suceso tuvo lugar alrededor de las 14:00 horas del sábado en el exterior de las dependencias policiales de la Ertzaintza en Bergara, donde agentes de control de cámaras observaron cómo un individuo dejaba a un niño pequeño con una maleta frente a las puertas de acceso.

A la vista de la situación, varios agentes se acercaron e interceptaron al hombre que trataba de huir. El hombre, que resultó ser el padre del niño, señaló que, debido a su situación personal, no podía hacerse cargo de su hijo y quería que fuese atendido por las autoridades competentes.

El individuo fue arrestado por un presunto delito de abandono de menor y el niño fue puesto en manos de los Servicios Sociales de Urgencia a la espera de resolver la situación con la madre que, actualmente, se encuentra en el extranjero.

El delito de abandono de un menor está regulado por el artículo 229 del Código Civil. La acción consiste en abandonar a un menor de edad o persona discapacitada y necesitada de especial protección por parte de una persona encargada de su guarda. Los casos suelen castigarse con penas de prisión de uno a dos años; sin embargo, cuando el responsable del abandono es un progenitor, la pena a imponer de prisión será de 18 meses a 3 años.

Si en las circunstancias del abandono se pone en peligro la vida, la salud, la integridad física o la libertad sexual del menor, la pena de prisión puede agravarse de dos a cuatro años. Por ejemplo, el abandono de un bebé en un contenedor de basura.

Afortunadamente y según el último estudio de la Asociación de Directoras y Gerentes, los servicios del País Vasco, Castilla y León y Navarra obtienen las mejores calificaciones. La Asociación confirma que el sistema está “ampliamente consolidado” como el cuarto pilar del Estado del bienestar, a pesar de los “recortes inmisericordes” durante la crisis, y reivindica que el gasto en esta materia llegue al menos al 2 % del PIB.

Como ocurre año tras año, el Índice DEC muestra las “grandes diferencias” entre territorios y como ejemplo ponen la enorme distancia en gasto por habitante en servicios sociales, no ya de las comunidades con régimen foral, como País Vasco, con 961,90 euros, sino también entre las de régimen común, como Extremadura (633 euros) o Murcia (366,8 euros).

Estas diferencias se concretan en las calificaciones otorgadas, que encabezan País Vasco (7,44 sobre 10), Navarra (6,97 sobre 10), Castilla y León (6,79 sobre 10), de los que destaca su eficiencia y que han desarrollado sus servicios sociales de acuerdo con las entidades locales, que es “la clave”.

* Con información de EFE