La boda de Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verrett ha sido el enlace del año. Y es que no solo ha dado que hablar en el país escandinavo, ya que sus escándalos han traspasado las fronteras. Desde la prensa hasta los invitados, todos se han visto afectados por las decisiones de la hija mayor del Rey y no han dudado en aliarse para revelar a todo el mundo los detalles más controvertidos del evento celebrado el pasado sábado.
La Familia Real Noruega no es una gran amiga de la prensa; sin embargo, siempre ha existido una cordialidad entre ambas y eran conscientes de la importancia que suponía mantener una buena relación. Aunque en esta ocasión, Marta Luisa de Noruega ha decidido capar a todos los medios de comunicación menos a la revista ¡Hola!, la cual ha obtenido toda la información en su totalidad.
Además de esta, la pareja habría firmado un contrato con una plataforma de streaming para realizar un documental sobre su relación. De esta manera, con la intención de proteger todos los detalles, los novios acudieron a la ceremonia bajo una sábana blanca ante la atenta mirada de todos ciudadanos que allí se encontraban.
“Parece un poco triste”, ha indicado el secretario de la corporación de radiodifusión pública de Noruega, quien ha criticado que es la primera vez en décadas que la sociedad no recibe imágenes oficiales de una boda de la Familia Real. Además, añade: “Y da una señal de que de esa manera el público quedará excluido. No se ve bien desde el punto de vista de nosotros, que estamos prohibidos. Esto es lo que se temía”. Muchos de los ciudadanos y medios que quisieron acercarse al lugar para saber lo que iba a pasar, conocían la posibilidad del veto y decidieron acudir vestidos con el color prohibido entre los asistentes: el rosa.
Una boda con cuenta incluida
Por otro lado, hasta los propios invitados han quedado muy indignados con el enlace. Ya que, si de normal acudir a una boda ya supone un desembolso de dinero, acudir a este enlace real ha sido mucho más costoso de lo que cabría esperar. Tal y como han revelado algunos de los asistentes el medio Se or Hør, su aportación económica a la pareja les ha llegado a suponer una media de 32.000 coronas noruegas por persona, unos 2.700 euros, más el regalo.
Y es que, no solo han tenido que hacer frente a los costes típicos de vestuario, peluquería y maquillaje, sino que dentro de la ceremonia también han debido de pagar por los gastos. A su llegada a la celebración, cada uno de los invitados recibía cinco vales canjeables por una consumición; y, teniendo en cuenta que el enlace reunió a sus asistentes hasta en cuatro ocasiones, algunas de las comidas y bebidas del evento corrieron a su cargo.
“En las bodas noruegas es habitual que los propios invitados paguen el viaje y el alojamiento. Si bien es costumbre que los novios y su familia paguen la cena de boda y las bebidas”, aseguran los medios locales. Sin embargo, los novios se han saltado el protocolo y sus invitados han tenido que hacer frente a muchos de los costes, ya que cada consumición tenía un precio de 20 euros.
Una boda envuelta en controversia
Además de la polémica boda, el elegido para convertirse en el esposo de la princesa de Noruega no es santo de la devoción de los ciudadanos noruegos. Los medios tienen sus dudas sobre la ocupación de Durek Verrett, quien se ha visto envuelto en controversias por sus declaraciones sobre, por ejemplo, el cáncer y los niños.
En 2019, el chamán publicó el libro Spirit Hacking, en el que defendió varias teorías que la sociedad noruega no ha olvidado. Entre ellas, opinó que los niños contraen cáncer porque ellos lo desean y ponía en duda la eficacia de la quimioterapia, indicando que solo se utilizaba para que los médicos ganaran dinero.
Por otro lado, también apuntó que el sexo casual atraía a los “espíritus subterráneos”, los cuales provocaban una huella en la vagina y declaraba que solo él podía “limpiarlas”. Además, confesó que es “una especie híbrida de reptil y Andrómeda”, y que “resucitó” cuando tenía 27 años. También indica que sus habilidades le permitieron predecir los atentados del 11 de septiembre; sin embargo, para él cada uno tiene que “aceptar su destino” y no quiso intervenir.
Por estas cuestiones, entre las que también se encuentra “su capacidad para rejuvenecer a las personas gracias a su poder para convertir átomos”, medios noruegos como Dagbladet calificaron el libro como “delirios de un lunático”. Y Verdens Gang, el periódico más leído del país, declaró que se trataban de “tonterías, basura y palabras sucias”.