“La pediatra actual del centro de salud Liébana se jubila y nuestros niños se quedan sin una atención adecuada. Esta situación es personal para nosotros, los habitantes de Potes, España. Si queremos que a nuestros hijos les atienda un pediatra, tendremos que viajar a San Vicente de la Barquera, lo cual implica 1 hora y 50 kilómetros de distancia. Este viaje no solo es inconveniente, sino también peligroso en casos de emergencia”. Con estas palabras, Sandra Calabuig Villanueva, vecina de la comarca cántabra de Liébana, compuesta por siete municipios, advertía del peligro inminente de quedarse sin pediatra el pasado 26 de abril de 2024, cuando lanzó una recogida de firmas a través de Change.org.
La petición, que se adelantaba a la situación actual que viven los vecinos de la zona, ya lleva 13.530 firmas, pero siguen sin pediatra desde julio. En sustitución, la Consejería de Sanidad puso a un médico de familia, “que no a un pediatra”, cuenta el alcalde de Potes, Francisco Javier Gómez Ruiz. Al otro lado del teléfono, el primer edil señala que el pediatra tampoco llegará en septiembre. Quizás en octubre o noviembre. Es la única información que le han proporcionado desde Sanidad. “Llevamos 8 o 10 años igual. No es una cuestión de presupuesto, sino de falta de médicos. Tampoco pueden sustituir a los médicos de otras especialidades”, señala.
A falta de un facultativo especializado en niños y adolescentes, el servicio de revisiones lo hace un médico de familia, pero para el resto de cuestiones sanitarias relacionadas con los más pequeños, los vecinos deben desplazarse hasta el Hospital de Torrelavega, “que está a dos horas en coche”, según explica Gómez. Esta situación, que ya es complicada per se, se ha visto especialmente agravada durante el mes de agosto, ya que en la época estival la población de la comarca se multiplica por el turismo.
La falta de pediatras no es un hecho aislado de Liébana. El alcalde de Potes señala que la misma situación se repite al sur de la comunidad autónoma, en Campoo, otra comarca con 11 municipios en este caso, que tampoco tiene pediatra. De igual modo, los centros de salud de Tenorio y Forcarei de Vigo han pasado el mes de agosto sin pediatra, lo que ha obligado a las familias de estas localidades a desplazarse al servicio de urgencias pediátricas del centro hospitalario de Pontevedra o a consultas privadas de A Estrada y Santiago de Compostela, según ha denunciado la plataforma Cerdedo pola Sanidade Pública.
Medio millón de niños sin un pediatra cerca
La situación se repite a lo largo del país. La carencia de pediatras en los centros de Atención Primaria es una realidad a la que se enfrentan los gestores sanitarios, los pacientes y los propios profesionales, que tienen que suplir esta falta con una sobrecarga asistencial de los centros a los que se ven obligados a acudir los padres junto a sus hijos. La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) denuncia que más de medio millón de niños, niñas y adolescentes en España no tienen un pediatra de Atención Primaria asignado al que ir.
Con datos basados en una encuesta a 4.900 pediatras que facilitaron cifras sobre las plazas vacantes de esta especialidad en sus respectivas comunidades autónomas en febrero de 2023, un total de 523.636 niños, niñas y adolescentes no tenían un pediatra asignado, ni ningún otro médico. Por regiones, la Comunidad de Madrid está a la cola, con más del 10% de las plazas sin cubrir; junto con Cataluña, Asturias y Navarra, con más del 6%. En relación a la anterior actualización de 2022, han empeorado Asturias y Aragón, con Teruel con el 36% de plazas descubiertas en el sector, además de Baleares y Extremadura.
La presidenta de AEPap, Concepción Sánchez Pina, señalaba en la presentación de los datos que, en los casos en los que no se cubren las plazas por pediatras, “se contrata a médicos de familia, médicos generales y médicos extracomunitarios sin título homologado”. “Esta situación, que llevamos años denunciando, no ha mejorado lo suficiente o ha empeorado en algunas autonomías. Las familias lo saben, los pediatras de Atención Primaria lo sabemos y las autoridades no pueden seguir mirando hacia otro lado, porque los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a una asistencia de calidad”, denunciaba entonces. Un año después, la situación continúa repitiéndose y miles de niños y adolescentes españoles continúan sin un médico de referencia.