Estas son las diferencias entre la separación y el divorcio

Aunque se suelen utilizar como sinónimos, ambos conceptos tienen grandes diferencias en el ámbito del derecho matrimonial

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Pareja formalizando su divorcio en
Pareja formalizando su divorcio en un documento (Freepik)

La separación y el divorcio son dos conceptos que se suelen utilizar como sinónimos en el ámbito del derecho matrimonial, pero que cada uno tiene un significado legal específico y consecuencias distintas para las personas que deciden llevarlos a cabo.

La separación legal se refiere al proceso mediante el cual los cónyuges deciden cesar la convivencia y los deberes matrimoniales, pero sin disolver el vínculo matrimonial. Esto significa que, a pesar de que los esposos dejan de vivir juntos y de cumplir con las obligaciones que tenían como pareja, siguen estando legalmente casados. Durante la separación, los cónyuges pueden acordar temas como la custodia de los hijos, la pensión alimenticia y el régimen de visitas, entre otros aspectos importantes de su vida en común.

Por otro lado, el divorcio implica la disolución definitiva del matrimonio. Es un proceso legal que pone fin al vínculo matrimonial, permitiendo a ambos cónyuges rehacer su vida y, si lo desean, contraer matrimonio nuevamente. A diferencia de la separación, el divorcio no ofrece la posibilidad de reconciliación automática; si las partes deciden volver a estar juntas, deberán casarse de nuevo.

Los procesos de separación y divorcio

El proceso de separación legal puede iniciarse de manera consensuada o unilateral. A continuación, se detallan los pasos más comunes:

  • Acuerdo Mutuo o Demanda Unilateral: La separación puede comenzar de dos formas: mediante un acuerdo mutuo entre los cónyuges o a través de una demanda presentada por uno de ellos. Si ambos están de acuerdo en separarse, pueden redactar un convenio regulador que incluya aspectos como la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y el uso de la vivienda familiar. Este acuerdo debe ser ratificado por un juez para que tenga validez legal. Si no hay acuerdo, uno de los cónyuges puede solicitar la separación ante los tribunales, exponiendo las razones que justifican su petición.
  • Presentación del Convenio Regulador: En los casos de acuerdo mutuo, los cónyuges presentan el convenio regulador ante el juzgado. Este documento es crucial, ya que establece las condiciones de la separación y cómo se gestionarán aspectos importantes de la vida familiar después de la separación.
  • Aprobación Judicial: El juez revisará el convenio regulador y, si considera que los acuerdos alcanzados son justos y velan por el bienestar de los hijos menores (si los hay), lo aprobará. Si el juez encuentra aspectos que puedan perjudicar a alguna de las partes o a los hijos, puede solicitar modificaciones antes de conceder la separación.
  • Resolución Judicial: Una vez aprobado el convenio regulador, el juez dicta una resolución judicial que formaliza la separación legal. Esta resolución incluye todas las condiciones acordadas y tiene efectos inmediatos, como el cese de la convivencia y la separación de bienes en caso de que se haya establecido.

El divorcio sigue un procedimiento legal similar al de la separación, pero con algunas diferencias clave debido a la naturaleza definitiva de la disolución matrimonial:

  • Demanda de Divorcio: El proceso de divorcio puede iniciarse de mutuo acuerdo entre los cónyuges o de manera contenciosa si uno de ellos no está de acuerdo. En el caso de un divorcio consensuado, ambos cónyuges presentan un convenio regulador junto con la demanda de divorcio. Si no hay acuerdo, uno de los cónyuges debe presentar la demanda ante el juzgado, exponiendo los motivos para solicitar la disolución del matrimonio.
  • Convenio Regulador: Al igual que en la separación, el convenio regulador es fundamental en un divorcio. Este documento debe incluir acuerdos sobre la división de bienes, la custodia de los hijos, el régimen de visitas, la pensión alimenticia y cualquier otro aspecto relevante. En los divorcios de mutuo acuerdo, el convenio es presentado junto con la demanda; en los divorcios contenciosos, el juez establecerá las condiciones si no se alcanza un acuerdo entre las partes.
  • Mediación y Audiencia: En caso de que el divorcio sea contencioso, el juez puede sugerir o requerir una sesión de mediación para intentar llegar a un acuerdo amistoso. Si esto no es posible, se celebrará una audiencia donde cada parte presentará sus argumentos y pruebas. El juez tomará una decisión basada en los intereses de ambas partes y, en particular, en el bienestar de los hijos.
  • Sentencia de Divorcio: Una vez que el juez ha revisado todos los aspectos del caso, emitirá una sentencia que disolverá legalmente el matrimonio. Esta sentencia incluye la adjudicación de los bienes, las condiciones de custodia, las pensiones alimenticias y cualquier otro acuerdo necesario. El divorcio es definitivo, y ambas partes quedan libres para volver a casarse si así lo desean.
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