Detenida una cajera de un supermercado en Francia por dejar pasar productos con valor de 2.036 euros por los que solo se pagó 82 euros

El supermercado exige a la cajera 27.000 por los reiterados robos y ya ha sido procesada por un delito de fraude

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Image de archivo de un cliente compra en un supermercado en Niza, Francia, a 18 de agosto de 2022. (REUTERS/Eric Gaillard)

Pequeños electrodomésticos, botellas de vino y whiskey, edredones, productos cosméticos....Una cajera de la cadena de supermercados Leclerc, en la localidad de Saint-Herblain, en Francia, fue capta captada por las cámaras de vigilancia ofreciendo “descuentos” ilegales a clientes que resultaron ser familiares suyos. Las sospechas, según una información del diario francés Ouest France, comenzaron cuando los guardias de seguridad avistaron tres carros completamente cargados poco antes de que el supermercado cerrase.

Robots de cocina, ollas, botellas de whisky o champán...Los productos recorrían la cinta metálica pero los vigilantes se dieron cuenta de la escena que estaba ocurriendo: ¡La cajera no estaba escaneando el código de barras! El primer carro contenía mercancías por valor de 2.036 euros, pero solo se pagó 82 euros. El segundo carrito contenía 630€ y sólo costaba 24 euros. Ante esta insólita situación, el personal de vigilancia decidió llamar al orden a la cajera, pero cuando acudieron se había dado a la fuga.

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Los clientes de los dos primeros carros, una mujer de 51 años y un hombre de 29, fueron detenidos y puestos inmediatamente bajo custodia en la comisaría de Waldeck-Rousseau. Al día siguiente, la policía arrestó a la cajera, que guardaba parentesco con la primera detenida. Según apuntan fuentes de la investigación e este diario francés, durante el registro en el domicilio de la mujer se encontraron cosméticos, alimentos y otros productos aún empaquetados. Finalmente, la cajera resultó ser la hija de esta mujer.

La cajera dejaba su puesto a finales del mes

Según explican las autoridades, la madre admitió varios robos y en su tarjeta de fidelidad aparecían varias compras, pero aclaran que los daños son aún difíciles de evaluar, No obstante, la marca ya ha presentado una demanda civil por la que le exige 27.000 euros.

En el teléfono de la cajera se descubrieron intercambios de mensajes en los que la ahora condenada proporcionaba su número de caja registradora y sugería a los clientes que podían pasar al final del día. “Llevaba trabajando en el supermercado desde la primavera y tenía previsto dejar su puesto a finales de mes”, han explicado. El expediente está ahora en manos ahora del grupo de apoyo del servicio de policía judicial local (SLPJ) de Nantes, según explica Ouest France.

“El peligro suele venir desde dentro”

Según la Fiscalía de Nantes, la cajera, que no contaba con antecedentes penales, se declaró culpable y fue procesada por fraude. Los dos clientes “cómplices” también admitieron los hechos, quienes fueron acusados de encubrimiento de fraude.

La escena no ha sorprendido a los servicios de seguridad del supermercado. “Esto sucede todas las semanas”, explica la directora de la empresa encargada de la vigilancia de este supermercado Ouest Atlantique Sécurité, Patrice D’Almeida a Ouest France, que añade que en estos casos el peligro “siempre suele venir desde dentro”.

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