Encuentran sin vida a Marcos Olmedo, el psicólogo cuya desaparición en Fuenlabrada (Madrid) era de alto riesgo

Su cuerpo fue fue hallado la tarde de este jueves junto a las vías del tren en Leganés (Madrid)

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Marcos Olmedo, localizado sin vida. (SOS Desaparecidos)
Marcos Olmedo, localizado sin vida. (SOS Desaparecidos)

Se confirman los peores presagios. El cuerpo de Marcos Olmedo Burón, el psicólogo desaparecido hace 12 días en Fuenlabrada (Madrid), ha sido encontrado sin vida. El cadáver fue hallado la tarde de este jueves junto a las vías del tren a su paso por la localidad madrileña de Leganés, a unos cinco kilómetros del lugar donde se le perdió la pista, según ha podido saber Infobae España.

El coche de Marcos Olmedo, un Toyota Corolla, se encontró aparcado en el parking de la estación de Cercanías de La Serna. Este hecho aumentó la preocupación de la familia, ya que el día de su desaparición, el pasado 18 de agosto, dijo a sus allegados que salía a dar un paseo a pie.

Desde un principio, la desaparición de Marcos Olmedo fue considerada como de alto riesgo, tal y como alertó la asociación SOS Desaparecidos, que difundió un cartel con su imagen y características. Su entorno reconocía que Marcos no estaba pasando por un buen momento de salud mental: levaba tres meses en tratamiento psiquiátrico y en las últimas fechas había reducido la medicación.

El psicólogo estaba sumido en un periodo depresivo agudo y no portaba la medicación consigo. Además, desde que había rebajado la dosis que se suministraba, su familia había detectado que su comportamiento había cambiado de forma súbita.

En las horas previas a su desaparición, Marcos mostró un comportamiento más errático que en días anteriores. Según relataba su madre, estaba concentrado en su teléfono móvil cuando ella le sugirió que se tomara un descanso y se distrajera con alguna actividad diferente. Su respuesta fue que estaba “mirando trenes para viajar a algún sitio”.

Fue a la iglesia a confesarse

Esa misma mañana, en un acto inusual, Marcos se dirigió a confesarse con un sacerdote, pese a no ser un católico practicante ni asistir regularmente a la iglesia, según relató el abogado de SOS Desaparecidos Juan Manuel Medina. A partir de las 18:00 horas del mismo domingo, Marcos se volvió ilocalizable. Su teléfono estaba apagado y el último rastro que dejó provenía de su actividad bancaria: compró una caja de 50 pastillas de Lorazepam en una farmacia de Fuenlabrada. El farmacéutico fue la última persona que lo vio con vida.

La investigación del caso estaba a cargo de la Policía Nacional de Fuenlabrada y del Juzgado de Instrucción número 5 del mismo municipio. En un primer momento, el juez se había negado a autorizar la obtención de los datos de geolocalización del teléfono móvil de Marcos.

Marcos, quien estaba de baja por depresión, era una persona altamente cualificada con estudios en Psicología, Sociología y Audiología. Sus informes médico reflejaban dificultades para relacionarse y un posible miedo al rechazo, aunque no se registró ninguno de estos factores justificaba su desaparición repentina.

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