La fama de Daniel Sancho le viene desde la cuna. Con una vida de comodidades, el hijo de Rodolfo Sancho crecía en el seno de una familia de actores, sin esperar que luego sus problemas con la justicia acabaran eclipsando el legado que su abuelo se encargó de dejar.
Félix Ángel Sancho Gracia, más conocido como Sancho Gracia, nacía al comienzo de la Guerra Civil en Madrid. A los 12 años, su familia se vio obligada a salir del país y emigrar a Uruguay. Su padre había encontrado un trabajo de mayordomo de la Embajada de España en Montevideo que les aseguraría un futuro mejor.
Sancho Gracia todavía no se había planteado el mundo de la interpretación, se ocupaba de estudiar, como cualquier chico de esa edad. Todo cambió cuando a los 14 años, después de llevar dos años en Uruguay, falleció su padre.
El que acabaría siendo actor, se vio en la necesidad de sacar a su familia adelante, trabajando en aquello que se le presentase. Hasta un día que, con 17 años, encontró un anuncio de periódico donde se informaba que la Escuela Municipal de Arte Dramático de Montevideo buscaba alumnos nuevos.
El madrileño, que vio ahí una posible forma de ganar dinero, se presentó y en seguida empezó a formarse en el mundo de las artes escénicas. En aquella escuela conoció a una maestra que le enseñaría mucho sobre la profesión, Margarita Xirgu.
Sancho Gracia, el cine y la televisión
Comenzó interpretando algunos papeles en obras de teatro, donde por su voz y su carisma empezó a destacar, todo apuntaba a que el joven actor iba a llegar lejos. Viéndose muy preparado, regresó a España y comenzó a trabajar de la mano de los mejores directores de teatro español, José Tamayo o Miguel Narros.
Empezó a trabajar en el cine en los años 60, con papeles en los westerns que en aquella época rodaban los directores estadounidenses en Almería: La otra mujer, La ciudad no es para mí, Es mi hombre, La furia de los siete magníficos, Marco Antonio y Cleopatra, y hasta 80 largometrajes en cuatro décadas.
En 1976, cuando ya era un actor de renombre, apareció en su vida el papel que le catapultaría a la fama y el personaje que se quedaría en su cuerpo prácticamente hasta el fin de sus días: Curro Jiménez. La famosa serie de televisión llevaba a todos los hogares españoles presentando al “héroe patrio”, un bandolero de Sierra Morena. El personaje de Curro Jiménez revolucionaría la ficción española.
Su vida junto a Noela Aguirre
En una entrevista que concedió a la televisión uruguaya, se topó con la que sería su mujer, la periodista Noela Aguirre. Ambos conectaron de inmediato, pero su boda fue un tanto peculiar. Una boda por poderes.
Se casaron en 1969, cuando ella se encontraba todavía en Uruguay y él en España. “En realidad, nunca me casé con Noela. Lo hizo en mi nombre un amigo mío, llamado Raúl”, decía Sancho Gracia. En cuanto pudieron, empezaron su vida de casados en Madrid, donde tuvieron a tres hijos: Rodrigo, Félix y Rodolfo.
Rodolfo y el cine
Su hijo Rodolfo Sancho, padre de Daniel Sancho, fue el único que decidió seguir el ejemplo de su padre. Se formó en interpretación, antes de aparecer en la gran pantalla, la paternidad le coge de sorpresa. Sancho Gracia, ante esta noticia, le dio un consejo a su hijo: “En la vida hay que asumir responsabilidades”.
En cambio, Daniel Sancho no ha optado por continuar el legado de su abuelo, que murió en 2012 a causa de un cáncer de pulmón a los 75 años. Lejos de tener un guion entre las manos, la vida y sus acciones, han trazado otro futuro para el nieto del legendario Curro Jiménez.