El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, comparece este jueves a petición propia ante la Comisión de Transporte del Congreso para explicar la situación del sistema ferroviario, como ya hizo la pasada semana. El ministro ha comenzado reiterando sus disculpas por los fallos generalizados en la red ferroviaria a lo largo del verano, pero ha querido insistir en que las incidencias “se producen en todos los sistemas ferroviarios del mundo”.
Al igual que hiciera la pasada semana, Puente ha querido hacer hincapié en que el gran número de incidencias se debe a las numerosas obras que se están llevando a cabo: “Es el mayor volumen de obras de la historia de la red”, ha afirmado. A su modo de ver, todas estas obras acarrean incidencias, no porque la red se abandone, sino porque “tratan de compatibilizar las obras con la prestación del servicio”. Además, afirma que se están “viendo obligados a prestar el servicio de 2024 para el número de pasajeros previsto para 2040″, lo que dificulta la gestión del tráfico ferroviario.
Óscar Puente ya respondió ante el Senado la pasada semana, donde afirmó que el sistema ferroviario atravesaba “un verano muy complicado”, pero sostenía que el tren vive en España “el mejor momento de su historia”, en respuesta a la serie de “bulos y mentiras” difundidas por la oposición, que afirma que el sistema ferroviario se está deteriorando. “Sólo me ha faltado escuchar que con Franco los trenes iban mejor”, ironizaba.
El ministro ha anunciado dos nuevas reclamaciones a Talgo por las averías generalizadas de los nuevos trenes Avril. La puntualidad media de Renfe se encuentra en torno al 76%, pero la de estos nuevos ferrocarriles se situó en la primera semana de agosto por debajo del 50%.
Grupos parlamentarios piden su cese
En las últimas semanas, varios grupos parlamentarios se han mostrado crítico con su gestión al frente de la red ferroviaria. El Partido Popular, que tachó a Puente de “trilero”, se centra en las averías y retrasos generalizados en la red ferroviaria y, en concreto, en la estación de Chamartín, pero no es el único partido crítico con Puente. De hecho, ERC llegó a pedir el pasado martes su dimisión por su “ignorancia” sobre los problemas ferroviarios en la autonomía, mientras que Junts alegó que en Cataluña están “hartos” con su gestión de Cercanías.
Hasta sectores del Gobierno han mostrado una postura detractora con Puente: Sumar llegó a recomendarle “tuitear menos” y centrarse más en lo que pasa con los trenes.
Casi 500 incidencias y aglomeraciones en Chamartín
Desde el pasado 21 de mayo, fecha en la que Renfe comenzó a operar los nuevos trenes de Avril de Talgo, la puntualidad en los trayectos que cubren estos convoyes ha caído de manera significativa. Según pudo conocer la Agencia EFE, desde su puesta en marcha se han registrado un total de 479 incidencias, afectando la puntualidad de estos trenes a tal punto que solo cuatro de cada diez llegan a su destino en el horario previsto. Estos trenes Avril, conocidos como S106, han realizado hasta 1.768 servicios hasta el 5 de agosto de 2023. En un 27% de estos viajes, se produjo alguna incidencia, lo que ha reducido drásticamente la tasa de puntualidad de estos convoyes al 40,7%, muy por debajo del promedio de 76,2% de los servicios comerciales de Renfe, que incluyen los trenes AVE, Avlo, Alvia e Intercity.
No es la única polémica a la que se ha enfrentado recientemente el ministro Puente. Esta misma semana, un accidente en las vías 19, 20 y 21 de alta velocidad en la estación Madrid Chamartín-Clara Campoamor provocó retrasos en varias de las líneas programadas, por lo que la crítica a Renfe y al ministro no tardó en aparecer en las redes sociales. A lo largo de la tarde, se extendieron imágenes en las que se podía ver la estación de Chamartín-Clara Campoamor colapsada, con aglomeraciones de clientes cuyos trayectos habían sido cancelados o trasladados de fecha.
El ministro, a la noche, publicó un tuit en el que afirmaba que no se había producido “ningún colapso ni ningún caos en Chamartín”. Si bien no negaba el incidente, Puente trataba de desmentir lo que él considera un “bulo interesado”, defendiendo que los trabajadores “actuaron con rapidez precisamente para evitar las aglomeraciones de otras ocasiones”. Para ello, Renfe desvió algunos trenes procedentes del Levante a Atocha, a cuentas de evitar acumulación de personal en la estación. Puente argumenta que las imágenes del hacinamiento “son falsas” y corresponderían a otro día distinto.